Si usted es mujer, ha pasado por esto: días en que, por más que lo intente, no logra concentrarse ni aprender nada. La próxima vez que le ocurra, revise el calendario y saque sus cuentas: probablemente esté ovulando.
Usted se preguntará qué tiene que ver la ovulación con el aprendizaje. La respuesta es sencilla: cuando se está ovulando, los niveles de estrógenos están en su punto máximo y, al parecer, esta hormona, en gran cantidad , afecta la habilidad del cerebro para concentrarse y aprender.
Esa es la conclusión que se desprende de una investigación de la Universidad de Concordia, en Montreal, Canadá. Para el análisis utilizaron ratas, tanto hembras como machos, adultas como preadolescentes.
Los científicos, liderados por Wayne Brake, sometieron a los animales a una prueba donde primero se les exponía a un sonido que, al cabo del tiempo, empezaban a ignorar. Luego, se asociaba ese sonido a una consecuencia negativa: un shock eléctrico.
Los machos y preadolescentes aprendieron de inmediato la alerta del sonido y lograron evitar el shock eléctrico. Las hembras, a las que se les había quitado sus óvulos y recibían sus estrógenos de forma inyectada, no lograron aprender la lección, señala el reporte publicado en la revista Brain and Cognition .
Los científicos sospechan que los estrógenos interfieren de alguna forma en la formación de memoria al impedir las sinapsis, las conexiones entre las neuronas del cerebro.
El próximo paso será determinar cómo es que ocurre esa interferencia, lo cual no solo ayudará a comprender la pérdida de concentración de las mujeres durante la ovulación, sino que permitirá entender mejor el proceso de aprendizaje y creación de la memoria en todos los humanos –y en las ratas también–.