Los Ángeles. EFE Edward James Olmos confiesa a EFE que será feliz cuando el Festival de Cine Latino no tenga razón de ser, pero mientras llega ese día, el actor y director sigue al frente del certamen, cuya edición del 2005 comenzó el pasado viernes, según se dijo.
"Ojaláque un año no tengamos razón de ser porque eso significará que las películas hispanas están a la par con Hollywood", afirma Olmos con la sabiduría que le dan sus 57 años, más de la mitad dedicados a la cinematografía.
Por experiencia sabe que eso todavía está lejos y que al contrario de lo que pudiera parecer ante el cacareado éxito del cine hispano, cada año es más difícil.
La experiencia de organizar la novena edición del Festival Internacional de Cine Latino de Los Ángeles, que se desarrolla en el Teatro Egipcio hasta el próximo 30 de octubre, así se lo demuestra.
"Yo me niego a ser víctima, pero cada vez cuesta más hacer un festival hispano con plataforma mundial", explica combativa Marlene Dermer, directora ejecutiva de la presente muestra.
"La competencia es muy dura y se hace difícil conseguir el dinero, conseguir las películas", añade.
Dermer se queja sobre todo porque el talento no falta dentro de la comunidad cinematográfica hispana y eso en su opinión ha quedado claro en las ocho ediciones anteriores del evento fílmico más importante de habla hispana en la ciudad de Los Ángeles.
Tampoco falta el apoyo del público, que ha ido aumentando entre "hispanos y no hispanos" en este tiempo, se dijo.
Incluso existe un interés entre la industria, pero quizá en ocasiones mal entendido con una proliferación de muestras y festivales deseosos de incluir en sus programaciones algo de este llamado "boom latino" pero más por moda que por conocimiento.
"Yo no considero el cine latino, hispano o como lo quieras llamar un género. Somos parte del cine mundial", añade Dermer lanzando sus dardos contra esas secciones de "cine hispano" que empiezan a nacer en otras muestras y que le han robado más de un estreno.
El espíritu combativo de Dermer se equilibra con la tranquilidad que irradia Olmos, seguro de que la victoria está de parte del Festival, porque incluso una derrota significaría el triunfo, "pues somos como ciudadanos del mundo".