Ser el embajador de la belleza masculina costarricense es una tarea que Álvaro Peraza se toma muy en serio, pues sabe que ocupa un lugar que muchos quisieran tener y que serían también dignos de llenar.
Hace una semana, este joven vecino de Moravia y estudiante de Relaciones Públicas, fue electo por la organización Reinas de Costa Rica como el Míster Costa Rica Manhunt 2011 y como el hombre que representará al país en el concurso Míster Manhunt Internacional.
“Ser Míster Manhunt es una responsabilidad muy grande, la mayor alegría de mi vida y me estoy preparando física y mentalmente para representar al país”, expresó el josefino de 23 años.
“Mi sueño es ganar el concurso (internacional). Yo sé que tengo con qué ganarlo. Obviamente, me gustaría quedarme en Asia (continente donde, por lo general, se realiza el certamen) y modelar para una prestigiosa marca”, comentó Peraza, quien también trabaja en la Universidad Latina.
Aunque está consciente de que al casting para Míster Manhunt se presentaron jóvenes con mucho potencial, él considera que su personalidad y capacidad de proyección fue lo que, a la postre, lo tienen hoy ocupando este puesto.
“Yo trato de cuidar mi imagen como modelo, trato de cuidarme de no dar de qué hablar, aunque ahora nadie me conozca, pero no quiero que en el futuro me conozcan por escandaloso, o que me pase a lo que a muchos, que se ‘queman como modelos’”, dijo sin reparos.
Sacrificios. Para Míster Manhunt, uno de los sacrificios más grandes que acarrea el título ha sido mejorar drásticamente sus hábitos alimenticios y sacrificar tiempo de su vida privada.
“Tuve que decirle adiós a la comida chatarra, al pan, a la natilla y a esas comidas, para bajar los niveles de grasa en mi cuerpo. Ahora me alimento con frutas. Eso ha sido lo más difícil de mi preparación. Pero poco a poco los cambios se han ido notando; todavía me faltan muchas cosas qué perfeccionar”, explicó el muchacho.
Ir al gimnasio cuatro o cinco veces a la semana también es parte de la rutina de Peraza, desde hace unos seis meses.
“Entre el gimnasio, el trabajo en la universidad y el estudio, no tengo tiempo ni para tener una novia, aunque quisiera. Pero es parte del sacrificio”, bromea el recién electo embajador de la belleza masculina costarricense.
Según relata, ser modelo fue una espinita que le nació hace poco tiempo, a raíz de sugerencias que le hacían algunas personas, para que se dedicara al modelaje. Sin embargo, reconoce que antes no se veía subido en una pasarela.
Durante el 2009 fue su primer roce con el mundo del modelaje. Entonces representó al país en el concurso internacional Míster Hand-some. Empero, tras el certamen, se retiró por un tiempo, pues no se sentía preparado para esto.
Pero asegura que ahora se siente mucho más maduro y preparado físicamente para hacerle frente a esta nueva obligación.