El jefe del "Comando Cobra", Mínor Masís Artavia, condenado antenoche a 42 años de prisión por homicidio, violación, privación de libertad y concusión, purgará esa condena en el centro penitenciario La Reforma, en San Rafael de Alajuela.
Igual suerte correrá Manuel Antonio Sarmiento Argüello, otro integrante del referido cuerpo policial, a quien el Tribunal Superior Penal de Limón impuso --a las 11 p.m. del lunes anterior-- 32 años de reclusión por homicidio simple, la violación de una indígena y tres privaciones agravadas de libertad.
Según voceros de la Oficina de Prensa del Ministerio de Justicia, los dos condenados fueron trasladados ayer --a las 5:35 p.m-- desde las celdas del Organismo de Investigación Judicial (OIJ) de Limón hasta La Reforma.
La movilización de los sentenciados fue hecha bajo estrictas medidas de seguridad ante el temor de un eventual intento de escape, trascendió en medios policiales.
"Se tomarán las medidas de seguridad del caso con el fin de ubicarlos en un lugar donde no sean agredidos por otros privados de libertad...", reza parte de un boletín enviado ayer a La Nación por el despacho de prensa de Justicia.
El denominado "Comando Cobra", de la Guardia de Asistencia Rural (GAR), adquirió notoriedad durante un operativo antidrogas en que sus 12 integrantes --11 de los cuales fueron juzgados-- acudieron a Talamanca. Al regresar, fueron vinculados con asesinatos, violaciones, el robo de gallinas y privaciones agravadas de libertad.
Antenoche, también fue condenado Ricardo Alvarado Garro, a cinco años de prisión por la violación de la aborigen Melania Martínez. A diferencia de sus excompañeros de armas, este exguardia rural quedó en libertad a la espera de la confirmación del fallo judicial.
Reacciones
"Esto es una injusticia para todos los policías que luchamos contra el flagelo de las drogas", expresó Masís a las 11:10 p.m. --del lunes último-- mientras era esposado por varios agentes del OIJ que lo rodearon sorpresivamente.
Al frente, en otra banca, donde permaneció durante casi diez horas esperando el fallo, Alicia Suárez, la madre de Rolando Watson --uno de los ultimados por el "Comando Cobra"-- se llevó las manos a la cara y comenzó a llorar.
Colaboró en esta información Irene Vizcaíno, periodista de La Nación.