En nueve años de realizarse, la Exposición Nacional de Orquídeas ganó popularidad y cientos de costarricenses participan activamente en el proceso de conservación de una actividad que denominan “hermoso pasatiempo”.
El fin de semana anterior, el gimnasio de la Villa Olímpica de Desamparados, San José, promovió la buena salud de una forma especial: con flores.
En la actividad hubo, además, charlas sobre los diversos cuidados de este tipo de plantas.
“Este es un pasatiempo caro y de mucha paciencia. En una ocasión compré una planta que tardó siete años para poder verle una flor”, dijo Belsebei Monge, quien se considera amante de las orquídeas.
En la cita, además de flores conocidas por su gran belleza, hubo extrañas y diminutas que llamaron la atención.
“A la hora de comprar una planta de estas (una orquídea), las personas deben saber que no es solo lo hermoso de una flor grande y de colores llamativos; las pequeñas también deben valorarse”, comentó María de los Ángeles Hidalgo, asistente a la feria.