En el mundo del coreógrafo Mark Sieczkarek, el silencio es sinónimo de paz. ¿Por qué? La respuesta se la dará el escocés en el espectáculo Silencio , que presentará en el país.
En el montaje, el maestro intenta explicar la forma en la que cada quien busca, a su manera, la tranquilidad que necesita para vivir en su mundo interno.
Sieczkarek es el invitado especial de la segunda temporada de la Compañía de Cámara Danza UNA, la cual se realizará en las tablas del Teatro de la Danza (Antigua Fanal), del 25 al 27 de octubre.
El maestro, quien fue juez en el Festival de Coreógrafos Graciela Moreno 2012, habló ayer con Viva sobre su forma de ver la danza costarricense y su nuevo trabajo.
La primera vez que vino al país fue en 1996. ¿Cómo ve la evolución de la danza costarricense desde ese año hasta ahora?
Siempre hay cambios y, bueno, yo veo solo cierta parte de lo que pasa en el gremio de la danza, tampoco es que veo todo. Desde la primera vez que vine, logré percibir que aquí hay gran talento y potencial. Creo que se está desarrollando para bien, aunque claro, hay obstáculos y dificultades, pero si algo es cierto es que acá están pasando muchas cosas positivas e intensas.
”En estas últimas semanas ha habido un montón de espectáculos presentándose aquí en San José, eso es un signo de que hay un gran movimiento en la danza”.
¿Ese gran movimiento que usted menciona es el que lo motiva a volver a Costa Rica?
Claro, todos queremos ser parte de esto que está pasando acá. Además, Costa Rica y Alemania tienen una gran relación en el gremio de la danza desde hace mucho tiempo atrás. Yo conozco a (los coreógrafos) Vicky Cortés, Rodolfo Seas, Rolando Brenes y a través de este vínculo hemos podido seguir trabajando en Costa Rica.
¿Qué tal la experiencia de trabajar con los bailarines de la Compañía de Cámara Danza UNA?
Muy buena, a pesar de que no ha habido tanto tiempo para trabajar. Como he venido antes al país, he escuchado cosas de algunos de los bailarines que estarán en esta creación. Pero, bueno, en fin, independientemente de si los conocía o no, todos están siempre muy abiertos para probar cosas, para todos es una gran experiencia, creo que todos están contentos y eso es lo más importante.
¿Cuál consejo les podría dar a los jóvenes bailarines para seguir con este buen momento en la danza?
Muy fácil. Ellos no deben parar, deben continuar y simplemente ¡deben ir por lo que quieren! Pensar en sus sueños.
Detalle. Hablemos un poco del nuevo espectáculo que presentará Silencio .
Yo siempre trato de no explicar de qué se trata la pieza antes de que la vean. Te explico, yo no quiero influir en la opinión que la gente va a tener tras ver el montaje. Aunque, claro, sí te puedo decir que es definitivamente una pieza silenciosa, tranquila y de alguna forma nació por mi estadía entre San José y Heredia.
”Tiene que ver con el hecho de lo que veo aquí y yo estoy en esa búsqueda interna de la tranquilidad, por eso propuse este tema”.
Entonces, invita a la reflexión.
A veces veo que es para reflexionar, otras para interiorizar. La verdad es que nunca es una cosa ni la otra, cuando veo la pieza siempre veo algo nuevo, diferente. Por eso mi idea es no encasillarla, para que cada espectador se lleve su propia opinión al respecto.
¿Por qué el nombre?
La pieza es meditativa y generalmente lenta (...). Silencio cabe muy bien con lo que queremos mostrar.
¿La música?
La obra no es para nada religiosa, pero la música es muy espiritual y me gusta que sea así. No fue que busqué una música espiritual, sino que simplemente apareció y me calzó con la idea que tenía.
¿Tendrá escenografía?
Solo tenemos un árbol, pero él no va a bailar (risas). El hecho de que esté en la escenografía no significa que tenga un sentido de ser, simplemente está y, por medio de ese árbol, hay gente que logrará ver piedras y hasta ríos.
Y, ¿el vestuario?
Es simple, pero no quiero adelantar nada. Quiero que sea una sorpresa para quienes vengan a verlo.