El Censo del 2011 retrata la brecha social que hay entre los pueblos indígenas y el resto del país. Mientras la cantidad de viviendas con necesidades básicas insatisfechas llega a 24,6%, hay siete de cada 10 hogares indígenas que no poseen lo básico.
Solo un 40% de los nativos tiene acceso a agua potable y, en educación, mientras el 97,6% de los ticos sabe leer y escribir, la tasa de alfabetización de los indígenas llega a 89,6%.
“No buscamos un Estado paternalista que nos dé todo. El indígena sabe trabajar y luchar por su tierra, pero queremos los derechos básicos”, aseguró Doris Ríos, dirigente del pueblo China Kichá, en Pérez Zeledón.
Solo cuatro de cada 10 viviendas de indígenas están en buen estado. En la zona sur, por ejemplo, son comunes los techos armados con bolsas de basura, así como los pisos de tierra.
Desempleo. Solo un 39% de los nativos tiene trabajo, mientras que en el país la tasa de acceso al mercado laboral es de 52%. En las fincas reciben bajos salarios y no cuentan con seguro social.
“Ser peón de un blanco en tierras que son de uno es bien fregado”, comentó Jorge Villanueva, indígena de China Kichá.