Saborear algo delicioso es un gran placer. Un solo bocado de ese manjar pone a nuestras papilas gustativas a “saltar” en nuestra lengua y a transmitir la sensación a nuestro cerebro.
Sin embargo, ¿es su sentido del sabor igual al mío? No; cada uno tiene sus peculiaridades. A unos nos gusta lo picante, otros prefieren lo ácido...; pero ¿existe una clara diferencia entre el poder gustativo de gordos y flacos?
A fin de probar la hipótesis de que en realidad las personas obesas perciben los sabores de forma disminuida en relación con las flacas, un grupo de investigadores alemanes, dirigidos por Susanna Wiegand, desarrolló pruebas que aplicó en dos grupos de niños y adolescentes.
El primer grupo lo conformaron 99 pacientes obesos del Hospital de Niños Charitè, en Berlín. El segundo lo conformaron 94 niños y adolescentes con índices de masa corporal normales.
A los voluntarios los sometieron a pruebas que consistían en catalogar sabores concentrados en unas tiras de papel.
Los sabores explorados fueron salado, dulce, ácido, amargo y sabroso (umami, una nueva dimensión muy conocida en el Oriente). Otra prueba evaluó la habilidad de detectar la concentración de lo dulce.
Los resultados, publicados en Archives of Disease in Childhood , demuestran que, en general, los niños y los adolescentes con peso normal poseían una mayor habilidad de detectar los sabores que los voluntarios pasados de peso. Si se acertaba en un 100%, la prueba llevaba al individuo a obtener una puntuación de 20.
El promedio de puntuación del grupo de voluntarios con peso normal fue de 14; el de los obesos, 12.
Al revisar los datos por sexo y edad, resultó que, conforme los niños van creciendo, obtienen más habilidad gustativa, y que las mujeres tienen en promedio más sensibilidad gustativa.
En cuanto al segundo experimento, que midió la concentración de lo dulce, también los voluntarios obesos mostraron una habilidad disminuida.
Las conclusiones del estudio resultan interesantes, pero aún queda por explicar si la disminución del poder gustativo se debe a una habilidad genética o si es consecuencia del ambiente, o si es una combinación de ambos.