La especie, que se encuentra en peligro crítico de extinción, tuvo una anidación histórica que incluso fue resaltada por las autoridades mexicanas como uno de los principales logros ambientales en el 2011.
Las tortugas baulas arriban sobre todo a la playa Barra de la Cruz, en el municipio Santiago Astata de Oaxaca, al sur del país, donde en cinco meses se logró proteger del saqueo a 118 nidos, casi el 100% de la anidada, detalló CostaSalvaje en un comunicado.
El biólogo de la organización, Alejandro Tavera Rivera, explicó que desde el inicio de la temporada en octubre, han anidado 32 hembras para un total de 118 nidos. Cada uno, en promedio, contiene 60 huevos.
En las labores de protección participaron las comunidades, así como personal del Parque Nacional Huatulco, el Centro Mexicano de la Tortuga e incluso efectivos militares.
La temporada de anidación concluye en marzo para este especie de tortuga marina, que es la más grande y pesada que existe, ya que puede alcanzar los dos metros y un peso de más de 600 kilos.
La ley mexicana castiga con uno a nueve años de prisión y multas económicas variables a quien dañe tortugas o recolecte sus huevos.