Limón. Un fuerte sonido alertó a los limonenses de que un avión cazahuracanes llegaba por primera vez a su aeropuerto.
La nave, especialmente equipada para desafiar los vientos, la lluvia y hasta el granizo de las tormentas, para ingresar hasta el ojo de un huracán, tocó tierra en el Caribe ayer, a las 11 a. m.
A ritmo de calipso, los limonenses les dieron la bienvenida a las 25 personas que arribaron.
“Es impresionante”, “qué lindo”, eran las frases de los estudiantes de escuelas y colegio, así como de los alumnos de la Universidad de Costa Rica (UCR) que asistieron a su encuentro.
“Estoy impresionado por la tecnología. Me gustaría estudiar y convertirme en un cazahuracanes”, dijo Bryan Sánchez, del Liceo de Río Banano.
Pronóstico de tormentas. La aeronave WC-130 Hércules tiene la misión de pronosticar la trayectoria de los huracanes con mucha exactitud y prever ubicación y dirección del fenómeno, lo que sirve para alertar a la población antes que el meteoro toque tierra.
El cazahuracanes puede volar por períodos de 10 a 15 horas consecutivas y tiene la capacidad de elevarse a 20.000 pies (6.000 metros) de altura. Es así como vigila las aguas y vientos de los océanos en caso que estos se tornen peligrosos.
“El avión hace un vuelo de reconocimiento y recaba información con ayuda de un pequeño cilindro biodegradable que tiene un paracaídas. Este dispositivo registra datos que son enviados al satélite para que el Centro de Huracanes de Miami distribuya la información a los institutos meteorológicos del Caribe”, dijo Lixion Ávila, del Centro de Huracanes de EE.UU.
“Hoy fue una clase de ciencia en vivo. Es apasionante conocer cómo lo que hacen puede ayudar a que la gente se prepare y evite desastres”, dijo Lidieth Beckford, directora de la Escuela de 26 Millas.
Con un sobrevuelo a las 3:45 p. m., el cazahuracanes se despidió de Limón. Hoy estará en el aeropuerto Juan Santamaría. Su visita al país es parte de una gira por Centroamérica y el Caribe.