La obra bien hecha

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Hacia el año de 1790, al ilustre George Washington lo perseguía la fama como si esta fuese un mayordomo propio de los caballeros del Sur. Los mayordomos despertaban al señor, le interrumpían la lectura y le anunciaban las visitas; es decir, los mayordomos eran los celulares de antes de los caballeros del Sur.








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