Tiene 31 años, es considerado uno de los hombres más guapos de México y para algunos es la nueva revelación dramática de ese país.
Sin embargo, más que recibir estos calificativos como un halago, José Ron los toma como un compromiso para demostrar que él más que una cara bonita.
Su primer protagónico llegó en el año 2008 con la telenovela
La más reciente, La mujer del vendaval , que protagoniza junto a Ariadne Díaz, su actual pareja, lo llevó a descubrir que llegó el momento de alejarse de las telenovelas para dar el salto al cine.
Este es mi segundo protagónico, pero realmente sí creo que esta es una producción que se distingue de las otras en las que he estado, que no han sido muchas pero sí variadas. Cada proyecto te da cosas diferentes como actor y llegó en el momento adecuado. El éxito ha estado en la armonía del grupo, en la mezcla del drama con la comedia y está bien padre trabajar tan a gusto.
Es cierto. He tenido la suerte de que llegaran a mí personajes tan distintos... Esas oportunidades yo realmente nos las dejo pasar. Siempre trato de buscar cosas que no he hecho, para que poder crecer como actor y correr riesgos.
Yo creo que hay que analizar las cosas, lo que viene y lo que uno ha dejado. Yo soy un hombre a quien le gusta pensar bien las cosas y no tomar decisiones precipitadas porque esto trae un alto costo. Siempre busco lo mejor para mi carrera y para mi persona.
Es una decisión ya tomada, y estoy 100% seguro de ella. Estoy en el momento justo de mi carrera en el que me puedo permitir hacer una pausa para hacer otras cosas. No quiero estar solo en la televisión porque para mí lo importante son mis sueños y mis metas. Me muero por hacer cine y es algo que no he podido concretar por (mi trabajo en) la televisión.
Creo que lo que me ha distinguido es precisamente esa norma personal de involucrarme en todo el proceso. Es justamente eso, no es solo por verme bien sino que quiero que me vean como un actor camaleónico, que se atreve a cosas diferentes y que se arriesga.
Este personaje marcó un antes y un después en mi carrera. Me dio una gran credibilidad como actor y me abrió muchas puertas. Lo disfruté bastante porque hizo que viviera nueve meses en Argentina y compartí con grandes actores.
Yo sé lo que es esta carrera y a mí no me da pena. Lamentablemente se censuraron cosas, de besos y eso, y lamentablemente en México lo consideraban muy fuerte e impactante. Recuerdo que mi primer llamado a grabar fue un beso con Camil (ríe) y bromeamos sobre eso. Hice una amistad muy padre con él.
(Ríe). Tienes razón y estoy muy contento. El trabajar con Ariadne en este proyecto me hace sentir que vamos por buen camino.
Por supuesto. Ella hace que cada día agradezca que está en mi vida. Aprendo todos los días de ella.
Creo que a todos nos gusta un balance en esto (ríe). Solo puedo decirte que ella y yo hacemos un equipo perfecto en esto del amor.