París, 15 ago (EFE).- El ministro francés del Interior, Nicolas Sarkozy, aseguró hoy que la amenaza terrorista sobre su país es "elevada y permanente" y apuntó que endurecerá las medidas de seguridad para que los pasajeros accedan a los aviones.
En declaraciones a la cadena pública TF2 Sarkozy habló sobre la reciente trama de terrorismo en aviones descubierta hace unos días por la Policía británica y dijo que los datos suministrados por las autoridades de Londres confirman que se trataba de un proyecto inminente de atentado de gran amplitud.
Señaló que los servicios antiterroristas franceses "se toman muy serio" lo ocurrido en el Reino Unido, por lo que agregó que en Francia "no hay que bajar la guardia".
El caso británico va a llevar a París a adoptar medidas especiales de seguridad, sobre todo en los vuelos con destino al Reino Unido, a EEUU y a Israel.
En concreto, los pasajeros sólo podrán subir a los aviones con un equipaje de mano reducido al máximo y exento de elementos como botellas o frascos, para evitar la posibilidad de que puedan servir para preparar explosivos a bordo.
"Sé que eso complicará mucho la situación para los pasajeros, para hay que garantizar su seguridad. Yo prefiero unas medidas severas antes que correr riesgos", dijo Sarkozy, quien esta noche viaja a Londres para reunirse mañana, miércoles, con su colega británico, John Reid y otros ministros del Interior europeos.
Sarkozy se mostró partidario de una armonización de las medidas de seguridad para hacer frente a la amenaza terrorista.
En la entrevista televisiva el titular del Interior también se refirió al caso de los inmigrantes sin papeles que han solicitado ser regularizados al contar con el argumento legal de tener hijos escolarizados en Francia.
El plazo de presentación de peticiones acabó el pasado viernes y a las prefecturas francesas han llegado unas 30.000 instancias, según el ministro, quien afirmó que "la estimación es que sean aprobadas unas 5.000".
Para los que sean rechazados la única opción es abandonar el país, de acuerdo con la ley, según Sarkzoy, quien hizo hincapié en que "Francia tiene derecho a decidir quién puede venir a su territorio y quién debe abandonarlo" si no cumple la normativa.
A juicio del responsable de Interior, la ola de violencia que numerosas localidades periféricas francesas vivieron en noviembre pasado es una prueba de "las dificultades de integración" de numerosos inmigrantes y de que es preciso terminar con la entrada "no controlada" de extranjeros. EFE
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