La decisión sobre el estado mental de Anders Behring Breivik determinará si puede ser considerado penalmente responsable y enviado a prisión o si es trasladado a un pabellón psiquiátrico para recibir tratamiento.
Los ataques del 22 de julio fueron planeados y ejecutados tan cuidadosamente que sería difícil argumentar que son obra de un desquiciado delirante, dijo el doctor Tarjei Rygnestad, jefe de la Junta Noruega de Medicina Forense.
En Noruega, una defensa que argumente demencia requiere que el acusado esté en estado de psicosis cuando comete el presunto delito. Eso significa que el sujeto ha perdido contacto con la realidad al punto que no controla sus acciones. No es muy probable que haya estado psicótico, dijo Rygnestad.
La junta forense debe revisar y aprobar el examen efectuado por dos psiquiatras designados por la corte antes que el informe sea presentado al juez en el caso. Entonces éste decidirá si Breivik puede ser considerado penalmente responsable.