Limpiabotas aprovechó ingenuidad para robar
Francisco Montenegro Umaña se dirigió al hospital a sacar una niñita hija suya que estuvo enferma.
Como el reglamento prohíbe entrar a aquella institución con bultos o bolsas de alguna naturaleza, Francisco cogió una de mecate que llevaba con ropa, un portaviandas, alicates y desatornilladores y la dejó en la puerta, junto al guarda del lugar.
Un limpiabotas cogió las cosas y se las llevó. Gracias a una buena persona que lo vio, Francisco fue informado de lo ocurrido y actuó de inmediato.
Campaña mundial contra el hambre
El ingeniero don Elías Soley Carrasco, ministro de Agricultura y Ganadería, celebró ayer en horas de la mañana una reunión con personeros de la FAO, con el propósito de tratar la Campaña Mundial contra el Hambre, y definir aspectos del programa para incrementar el uso de fertilizantes en la producción de alimentos básicos.
La semana entrante se iniciarán las prácticas de campo para desarrollar el programa de fertilización. Las experiencias se realizarán en el cantón de Atenas adonde viajará el ministro.
Bota de futbol explotó en medio partido
COPENHAGUE. AFP La bota de futbol del joven danés Sven Jensen, de 15 años, hizo explosión con fuerte detonación y empezó a arder cuando pegó a la pelota en un partido jugado el Viernes Santo, en Saedding.
El muchacho cayó al suelo y un compañero consiguió quitarle la bota, pero no pudo impedir que resultase con quemaduras de segundo grado.
Después de una investigación, se determinó que Sven Jensen había andado probablemente por un campo regado con clorato de sosa, el cual es muy inflamable.
‘Stalin fue un criminal’, declaró Khrushchev
OBNOVA. AFP Stalin fue un criminal y no un genio, dijo Nikita Khrushchev, en un discurso ante los koljosianos búlgaros de Obnova. Golpeando un pupitre, el Primer Ministro soviético citó las palabras del poeta ruso Pushkin: “El criminal y el genio son dos nociones incompatibles”.
Aplaudido por la multitud prosiguió: “Sí, he aquí que Khrushchev se pone a condenar a Stalin, no por sus crueldades, sino en general. Es verdad. A Stalin lo condenamos porque desenvainó su espada y la dirigió contra su propia clase”.