Después de dos partidos de dirigir al Barrio México, Guillermina Zamora vuelve al puesto de asistente. En su lugar llega Gerardo Puro Ureña.
"Ya me lo esperaba. No me tomó por sorpresa. Cuando se fue Gustavo (De Simone), asumí la dirección mientras los directivos contrataban a otro entrenador. Lo mío era transitorio", comentó Zamora, satisfecha de su labor con la oncena canela.
El martes anterior la junta directiva decidió su destitución. "Los jugadores se presentaron en la reunión y pidieron que doña Guillermina dejara el puesto. Su posición fue: o se va ella, o nos vamos nosotros", explicó Pedro Reyes, tesorero del club.
Los futbolistas estuvieron de acuerdo en que Zamora sea ahora la asistente. "Ella (Guillermina) sabe muchísmo de futbol. Intentó dirigir al equipo, pero tal vez le faltó carácter y agresividad en el campo. Como asistente todos podemos aprender", alegó Marshall Hernández, arquero titular de Barrio México.
Asimismo, Javier Quesada, lateral derecho, agregó: "En el primer partido con Zamora se trabajó muy bien. En el segundo hubo un poco de confusión entre los nuevos y los que ya estaban, y el sistema falló. Al lado de Ureña se puede aprender más."
A primeras horas del miércoles la directiva mexicanista conversó con Puro, quien de inmediato asumió el cargo. Leonardo Mata, Franklin Monestel hijo y Franklin Vallejos fueron nombres en los que también se pensaron.
Guillermina, la flor canela de Barrio México, deja la dirección, tranquila, satisfecha y con la disposición de ayudar. "Doña Mina tiene mucha capacidad, sabe mucho y no queremos perderla. Estamos satisfechos con su trabajo", concluyó Guillermo Chacón, presidente del equipo.