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De acuerdo con los pescadores limonenses, la langosta que se captura en el Caribe es muy apetecida por su color anaranjado y su tamaño. Algunas llegan a pesar más de un kilogramo. | ARCHIVO
La veda de langosta espinosa en el Caribe concluyó el 30 de junio. La primera salida al día siguiente les permitió a los pescadores de Limón augurar una buena temporada, que se inició en julio de este año y concluirá en febrero del 2013.
Los residentes de Barra del Colorado dieron la alerta a otros pescadores de Limón, dijo Anita Macdonald, presidenta de la Asociación de Pescadores Independientes de Limón (Asopeil).
Ayer por la tarde, algunos pescadores de Portete consultados por La Nación , corroboraron que sí hay un buen número de crustáceos en el mar. De hecho, dijeron que un pescador logró sacar el lunes 70 langostas, una buena cifra cuando lo acostumbrado es extraer unas 40.
Sin embargo, resaltaron que apenas es el inicio de la temporada y las condiciones son variables. Otros, también mencionan que hay dificultad para comercializarla
Muy apetecida. La langosta espinosa limonense tiene una buena fama, tanto en la zona como en las mesas de San José y Puntarenas.
Un ejemplo se observó el fin de semana pasado en la Feria del Pescador, que se realizó en Limón centro. Según Macdonald el producto logró colocarse a un buen precio, cerca de ¢6.000 el kilo. Usualmente se cotiza a ¢5.000.
Entre los atractivos de la langosta limonense están su color y tamaño. Tiene una tonalidad anaranjada que la hace más apetecible, y es más grande que la que se consigue en el Pacífico.
Pescadores de Barra del Colorado aprovechan las condiciones favorables para vender directamente el producto en Escazú y otros sitios de San José. En pescaderías y supermercados el precio puede oscilar entre ¢7.000 y ¢10.000 el kilo.
Luis Dobles, presidente del Instituto Costarricense de Pesca y Acuicultura (Incopesca), advirtió que, en promedio, el costarricense consume al año 1,5 kilogramos de pescado, mariscos y recursos provenientes del mar.
Esa es una cifra baja pues el promedio en Centroamérica ronda los tres kilogramos. Dobles espera que las ferias de mariscos y pescado realizadas en diversos puntos del país, incentiven el consumo, incluyendo el de la langosta.
En Limón se mantienen 254 licencias de pesca. De ellas, unas 90 están relacionadas con la extracción del crustáceo, que se comparte con la pesca de pargo, dorado y atún, entre otras especies.
La veda de langosta espinosa se extiende de marzo a junio de cada año y se aplica en Costa Rica, y el resto del Istmo centroamericano y República Dominicana.
Su objetivo es proteger al crustáceo en su periodo de desove para garantizar un mayor aprovechamiento de las extracciones futuras.
La medida se toma en el marco de la Política de Integración de la Pesca y la Acuicultura del Istmo Centroamericano. Una herramienta más del Sistema de Integración Centroamericana (SICA).
