La prueba de la vacuna, llamada RV144, fue realizada en un grupo de 16.000 voluntarios seronegativos en Tailandia y combinaba dos sustancias que se estaban investigando.
Cuando se publicaron los resultados por primera vez en 2009, los científicos presentaron su tasa de protección del 31% como un gran logro, a pesar de que la vacuna era sólo un escudo parcial contra el virus HIV. El fármaco tiene que proporcionar una protección del 50% para ser difundida entre el público.
Los expertos siguieron investigando los datos obtenidos para entender cuáles fueron los fallos y ahora piensan que un anticuerpo presente en la vacuna, el immunoglobulin A, luchaba con otro anticuerpo que trataba de bloquear el virus.
Ahora, los últimos resultados de la investigación ofrecen datos sobre cómo inducir respuestas más eficaces en los futuros ensayos de vacunas.
Actualmente no existe ninguna vacuna contra el sida en el mercado, como tampoco hay ninguna cura definitiva. La enfermedad ha causado la muerte de unos 35 millones de personas en todo el mundo. Según la Organización Mundial de la Salud, 34 millones de personas vivían con el virus a finales de 2011.