Santa Cruz (Guanacaste). En la escuela de playa Brasilito, el bullicio y la emoción que representa para los más pequeños el primer día de clases, deberá esperar hasta el próximo lunes, pues ahí hoy las puertas de las aulas no sea abrieron.
Esta es una de las escuelas que se vio afectada por el terremoto de Nicoya , el pasado 5 de setiembre.
Según la directora del centro educativo Dinia Guadamuz, el retraso se debe a que las aulas que fueron declaradas inhabitables no fueron demolidas antes de que iniciara el curso.
Guadamuz, aseguró que esperan inciar el próximo lunes pues las aulas serán derribadas entre hoy y mañana.
Aunque la mayoría de padres ya conocía de la situación, tres familias sí se acercaron con sus pequeños uniformados, pues no sabían del retraso.
“No tenía conocimiento, pero me parece oportuna la decisión” dijo Rolando Arguedas, padre de familia quien llegó con su pequeño Aarón que cursará este año el tercer grado.
Incluso los oficiales de fuerza pública tampoco sabían que las clases no arrancarían hoy, y se presentaron para cumplir su labor de velar por la seguridad de los estudiantes, pero al conocer la decisión dejaron el centro.
El año pasado esta escuela que alberga unos 150 estudiantes, impartió lecciones, luego del terremoto, en el salón comunal, pero este año no es posible, pues el mismo está ocupado con materiales.
Según la directora, una vez demolidas las aulas afectadas, los estudiantes deberán recibir las clases en dos aposentos, el comedor y una zona verde donde se instalarán toldos, mientras se construyen cuatro salones provisionales.
En la escuela de Portegolpe, en Santa Cruz, otro de los centros afectados, por el sismo, unos 35 estudiantes se encontraron un escenario distinto al que dejaron el año pasado.
Ahí la escuela fue demolida el mes pasado y aunque sus deseos eran tener aulas nuevas, el panorama fue otro y tuvieron que iniciar su curso lectivo en dos aulas y el comedor acomodados en grupos, pues el espacio es reducido.
Al respecto, Xinia Mora, directora de la institución, indicó que a pesar de las condiciones hoy arrancaron las clases, y este año esperan tener matriculados unos 140 alumnos.
“Habíamos pensado en colocar toldos, pero hace mucho viento y los arrancaría y de paso tendríamos que estar metiendo y sacando todos los días los pupitres porque se los robarían, considero que el Ministerio de Educación esta trabajando muy mal porque como es posible que yo tuve que ir hasta San José a traer la formula para la demolición y creo que por lo menos nos hubieran preparado unas dos aulas provisionales, porque los niños de educación especial no tienen donde recibir clases”, manifestó la directora.