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“Estaba yo en la escuela, era el año 1975 y salió el álbum
“En la escuela, junto con mi hermano, nos dábamos a la tarea de coleccionar cuanto álbum salía al mercado. Recuerdo la peculiar forma de llenarlos: primero, comprábamos alrededor de 30 sobres y los abríamos con cuidado de no romperlos. Luego, cambiábamos las postales que necesitábamos por las que teníamos repetidas, y ‘resellábamos’ y marcábamos los sobres. Después, íbamos a la pulpería frente a la escuela y le pedíamos al pulpero la misma cantidad de sobres que llevábamos escondidos en el bulto. Cuando no nos observaba, intercambiábamos los sobres y nos disculpábamos por ‘no traer dinero’ y él, muy amable, nos decía: ‘Tranquilos, mañana pueden llevarlos’. Años después, recordamos la forma tan arriesgada en la que conseguimos llenar muchos de los álbumes que, aunque ya se han extraviado, nos dieron buenas excusas para recordar nuestras travesuras escolares”.
“Hubo varios álbumes de postales que dejaron huella desde nuestra niñez, entre ellos, el de los puentes, iglesias, escuelas, monumentos, etc. Y el de los deportistas, ciclistas, boxeadores, futbolistas, basquetbolistas, hombres y mujeres. Todos en blanco y negro. Luego a colores, como el de Napoleón Bonaparte en la isla Santa Elena y el de los animales, en que la última era la número 400: el orangután. ¡Qué desilusión cuando iba uno a la pulpería a comprarlas y le salían repetidas!”.
