Con 45 años, un doctorado en Economía en la Universidad de Georgia y una exitosa carrera académica y en los negocios, Parisi se lanzó a la política hace poco más de un año tras un sonado escándalo financiero que él explicó de forma pedagógica en la televisión.
Esa cercanía le entregó una plataforma para lanzar una candidatura presidencial independiente que hoy pelea el tercer lugar, amenaza a la carta de la derecha oficialista, Evelyn Matthei, y aspira a disputar la segunda vuelta frente a la exmandataria socialista Michelle Bachelet , la amplia favorita para adjudicarse la elección del 17 de noviembre.
“Nosotros estamos rompiendo los esquemas, porque queremos decirles a todos los chilenos que la política es de todos y no de los mismos de siempre”, dice Parisi.
Sin militancia en ningún partido político, Parisi reivindica su independencia política aunque afirma que no teme tomar ideas de la izquierda o la derecha tradicionales, si son buenas.
“Yo me califico como independiente (...), pero no tengo ningún problema en hablar con alguien de izquierda o de derecha, de centro o independiente, para lograr que se aprueben los proyecto que vayan en beneficio de las personas y sus familias”, afirma.
Jubilar a los políticos tradicionales es su principal consigna, junto con terminar con los beneficios de los que gozan los principales grupos económicos de Chile, un país que tiene la riqueza muy concentrada en pocas manos.