BUENOS AIRES (AFP) La Cámara de Diputados de Argentina aprobó la madrugada del jueves un proyecto de ley de blanqueo de capitales y moratoria tributaria, que giró al Senado para su sanción, en el marco de un plan gubernamental para paliar los efectos de la crisis financiera global.
La iniciativa recibió 132 votos a favor --apenas tres por encima del mínimo de 129 necesarios para su aprobación-- y 83 en contra, tras un arduo y prolongado debate, cuyo eje fue el polémico blanqueo de capitales, que la oposición considera una puerta al ingreso al país de dinero de origen dudoso.
El monto global de capitales de argentinos en el extranjero se ubica entre los 100.000 y 120.000 millones de dólares, según estimaciones del ministerio de Economía y el sector privado.
El proyecto comenzaba este jueves a ser analizado en comisiones del Senado, donde legisladores afines a la presidenta Cristina Kirchner -que cuenta con mayoría en ambas cámaras- esperan sancionarlo antes de fin de año.
"El blanqueo es una puerta abierta al ingreso integral de (dinero del) narcotráfico en Argentina. El dinero lavado sirve para comprar jueces, funcionarios, policías", dijo en el recinto el diputado de la oposición socialdemócrata Oscar Aguad.
Pero el gobierno asegura que habrá suficientes controles para evitar el ingreso de dinero vinculado al tráfico de drogas y al terrorismo, y que se respetará la ley contra el lavado de dinero vigente en Argentina.
La medida contempla que quienes repatríen el dinero paguen al fisco argentino entre 1% y 8% según el destino que le den a esos fondos, y privilegia su inversión en proyectos de infraestructura, inmobiliarios y de producción agropecuaria.
El proyecto de ley aprobado en la cámara baja incluye además una regularización tributaria y promueve la condonación de deudas a pequeñas empresas que regularicen a sus trabajadores, además de otras medidas de promoción del empleo.
El desempleo en Argentina está en 7,8%, luego de alcanzar récords de 23% en 2002, pero hay incipientes suspensiones y despidos en sectores como la industria automotriz, fundamentalmente por la caída de las exportaciones, según las empresas del sector.
El gobierno está embarcado en lanzar medidas de aliento a la producción y el consumo, como el reciente paquete de créditos por casi 900 millones de dólares para la compra de automotores y el ambicioso plan de obras públicas por 21.000 millones de dólares, que según anunció Kirchner, se pondrá en marcha en 2009.
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