Su trabajo como investigador ha ayudado a desmitificar a los murciélagos en Centroamérica y, más bien, ha dado a conocer cuán importantes son estos mamíferos para mantener la salud del ecosistema, ya sea como polinizadores o como controladores de plagas.
Por ello, Bernal Rodríguez recibió uno de los Premio Whitley 2012 de manos de la Princesa Anne de Inglaterra, en una ceremonia realizada en el Royal Geographical Society, en Londres.
Aparte de ser profesor e investigador de la Universidad de Costa Rica (UCR), Rodríguez se desempeña como director académico de Reserva Biológica Tirimbina .
Con motivo del premio, Rodríguez intercambió estas palabras con La Nación :
¿Qué significa para usted y para la investigación que se hace en murciélagos un reconocimiento de este tipo?
El reconocimiento es importante, ya que para mí es una forma de apoyo y estímulo al trabajo que venimos realizando. Por supuesto que me alegra, pero, sobre todo, nos asegura continuidad en el trabajo de conservación a nivel regional.
El conocimiento es esencial al tomar acciones de manejo y conservación, ¿cuáles deberían ser las prioridades de investigación en este sentido?
Precisamente, es prioritario capacitar a conservacionistas a nivel regional, formar investigadores, que generen conocimiento para esa toma de decisiones.
“Cada país tiene sus prioridades, pero generar, por ejemplo, listas de especies prioritarias en riesgo de extinción y áreas prioritarias para su conservación, es el tipo de información básica en la que estamos trabajando a nivel regional”.
¿Qué se ha logrado en cuanto a conservación de murciélagos en comparación a diez años atrás? ¿Qué nos falta por hacer?
Estoy muy contento. Hace diez años, no teníamos libros de murciélagos de Costa Rica; ahora hay al menos dos. Comenzábamos a publicar claves de identificación de especies, a estudiar las distribuciones con colecciones deficientes y, bueno, eso ha cambiado.
“Hoy hay producción científica nacional, nuestro conocimiento no depende de quién venga o se vaya. Por el contrario, ya hay estudiantes con maestrías y doctorados trabajando por su país.
“Nos falta, claro. No podemos olvidar que el conocimiento es continuo. Tenemos un reto inmenso por delante en términos de conservación. Por mencionar dos ejemplos, creo que es importante entender cómo impactan los cultivos a la diversidad de murciélagos y cómo podemos disminuir esos impactos, o cómo podemos amplificar los servicios ambientales que nos brindan estos mamíferos. También falta mucho trabajo en la difusión de la ciencia para hacer llegar a la sociedad ese conocimiento”.
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