La legislación tributaria establece derechos generales del contribuyente, los cuales conviene tomar en cuenta para hacerlos valer frente a la Administración Tributaria. Entre esos derechos, resaltamos los siguientes:
1. Derecho al debido proceso y derecho de defensa en los procedimientos ante la Administración Tributaria y ante el Tribunal Fiscal Administrativo.
2. Derecho a ser informado y asistido por la Administración Tributaria en relación con el cumplimiento de sus obligaciones y deberes tributarios, así como del contenido y el alcance de estos.
3. Derecho a obtener, de forma pronta, las devoluciones de ingresos indebidos más los intereses que correspondan.
4. Derecho a consultar a la Administración Tributaria y a obtener respuesta oportuna.
5. Derecho a una calificación única de los documentos que sustenten sus peticiones y a ser informado por escrito de los requisitos omitidos en la solicitud o el trámite, o que aclare la información.
6. Derecho a conocer el estado de tramitación de los procedimientos en que sea parte.
7. Derecho a conocer la identidad de las autoridades y personas del servicio de la Administración Tributaria, bajo cuya responsabilidad se tramitan los procedimientos de gestión, fiscalización y recaudación tributaria, en los que tenga la condición de interesado.
8. Derecho al carácter confidencial de los datos, informes y antecedentes obtenidos por la Administración Tributaria, que solo podrán ser utilizados para la efectiva aplicación de los tributos, sin que puedan ser cedidos o comunicados a terceros.
9. Derecho a ser tratado con el debido respeto y consideración por el personal al servicio de la Administración Tributaria.
10. Derecho a ser informado de los valores y los parámetros de valores que se empleen para fines tributarios.
11. Derecho a ser informado, al inicio de las actuaciones de comprobación y fiscalización llevadas a cabo por la Administración Tributaria, acerca de la naturaleza y el alcance de estas, y derecho a que no puedan ser modificados sus fines sin previo aviso
12. Derecho de hacerse acompañar por un profesional competente en materia tributaria, para que le aconseje y asesore en el proceso, sin que esto constituya una obligación del contribuyente.