Santiago. AFP. La cumbia tropical argentina de los grupos Ráfaga y Garras de Amor empapó la cuarta noche del Festival Internacional de música de Viña del Mar, e hizo bailar a las más de 15.000 almas presentes en el inmenso auditorio.
Los argentinos repasaron su larga trayectoria y cerraron la cuarta noche del festival mucho más tarde de lo previsto, debido a las ganas de bailar del público.
El momento más emotivo fue la invitación al escenario del excantante de Garras de Amor, Diego Rodríguez, que tuvo que abandonar el grupo por un accidente en el 2004, que lo dejó en silla de ruedas.
Más temprano, el rock chileno se adueñó del escenario con la banda Los Bunkers, en un concierto repleto de consignas políticas y canciones de raíz folclórica. Centenares se rindieron ante su actuación; la gente no paró de gritar hasta que fueron premiados con las antorchas de plata y oro, y la gaviota de plata y oro.