Es un hecho. Después de los 40 años, algo pasa. Las dietas no funcionan igual y la piel pierde la lozanía de otros tiempos.
Por eso, a partir de esa edad, las mujeres deberían reforzar su alimentación con calcio, frutas secas y proteínas para mejorar el cutis y empezar a preparar el cuerpo para los cambios hormonales que se avecinan.
Sin duda, el secreto para no perder la línea y mantenerse saludable es elegir bien los alimentos antes de llevárselos a la boca.
“Si antes de los 40 se come lo que se quiere, después de esa edad debería comerse lo que se debe”, afirma la doctora Karin Papapietro, nutricionista del Hospital Clínico de la Universidad de Chile.
“El metabolismo basal disminuye, lo cual provoca aumento del peso. Por eso, la mujer debería preocuparse más que nunca por mantener una alimentación saludable”, señala la especialista. La prevención de la osteoporosis también es clave en esta etapa de la vida femenina. Esta patología empieza a presentarse cerca de los 45 años, razón por la cual el consumo de lácteos es vital.
Lo deseable, según, Papapietro, es que se tomen tres vasos de leche al día o su equivalente en lácteos como queso o yogur descremado. En ciertos casos, los médicos recomiendan suplementos de calcio y vitamina D.
Mantener una fuente de proteínas también es indispensable. “Si no se comen proteínas, aumenta la sensación de hambre y eso lleva a ‘picar más’, lo que a la vez hace subir de peso”, dice la nutricionista Carolina Gámez.
Mas esa no es la única consecuencia de erradicar este tipo de alimentos de la dieta. “Con la edad, disminuye la masa muscular y el consumo de proteínas (ojalá pescado) ayuda a prevenir esto”, dice Papapietro.
Por otro lado, el paso de los años provoca una disminución de las hormonas femeninas, lo que repercute de manera directa en la calidad de la piel y del cabello. Para atenuar este efecto, se aconseja una dieta abundante en verduras –de preferencia crudas–, y en frutas secas. Igualmente beneficiosos son las naranjas y los tomates, ricos en vitamina C.
La falta de tiempo hace que muchas mujeres se salten tiempos de comidas o dejen de hacer ejercicio. Craso error: la disminución del metabolismo es menor si se el cuerpo se mantiene activo, dicen los expertos.