Justo cuando parecía que la mediocridad ya había tocado techo, la Unafut nos recuerda que la chabacanería no tiene límites en el futbol tico.
Seis representantes de clubes se inventaron un nuevo calendario para el torneo de Primera División, que desafía las leyes elementales de la astrología, la física, la biología y la inteligencia.
¿Cómo acomodar un torneo de 56 fechas dentro de un año que solo tiene 52 semanas? Ni los creadores del calendario maya o del calendario gregoriano habrían podido responder esa pregunta.
Pero nuestros dirigentes, haciendo gala de una habilidad extraordinaria para soplar botellas, se sacaron de la manga una modalidad de torneo que despierta muchas suspicacias.
Dudosas matemáticas
A menos de que estos señores hayan descubierto un nuevo principio matemático, en la próxima temporada habrá poco espacio para la Sele y para los compromisos internacionales de los clubes.
¿Qué va a pasar con los microciclos de Ricardo La Volpe? ¿Cuándo se va a entrenar la selección preolímpica? ¿En qué momento se van a realizar los juegos de la Concachampions ?
Los promotores del nuevo formato aún no aclaran estos temas. Se limitan a decir, una y mil veces, que el calendario ofrecerá alivio financiero a los equipos, en especial a los más chicos.
De todas formas, eso es apostar a un remedio casero, cuando el enfermo en realidad requiere una cirugía a corazón abierto para evitar que la mediocridad haga metástasis en el futbol criollo.
Nuestro balompié urge de mejores entrenadores, futbolistas, aficionados, periodistas, estadios y dirigentes. Sin embargo, los temas de fondo parecen estar relegados en las sesiones de Unafut.
Entonces, a partir de julio, veremos a los once equipos de Primera División jugando un maratónico torneo de 56 fechas, mientras las ligas de España, Italia e Inglaterra tendrán solo 38.
¿Será que por jugar más partidos nuestro campeonato se volverá más competitivo , vistoso y cotizado ? No creo. La temporada 94-95 tuvo un calendario igual de extenso y seguimos estancados.
Para salvar la torta, es posible que a los presidentes de clubes se les ocurra programar partidos entre semana. Sin embargo, esta medida amenaza con estrangular aún más a la Tricolor.
Recordemos que este año arranca el proceso para las Olimpiadas de Londres (2012) y que el año entrante se inicia la kilométrica eliminatoria para el Mundial de Brasil (2014).
Si no les damos espacio a las selecciones, después no nos quejemos por los papelones y los fracasos económicos. ¿Por qué perseguir pesetas cuando podemos alcanzar millones?