Costa Rica revirtió en el 2012 dos años de balanza comercial deficitaria con la Comunidad de Estados del Caribe (Caricom).
Datos del informe de labores del Ministerio de Comercio Exterior (Comex) indican que en el 2010 se vendieron productos a ese bloque por $152,4 millones y se importaron $210,3 millones.
Al año siguiente se exportaron $109,5 millones y se importaron $120,7 millones, lo cual generó el déficit de la balanza comercial.
El intercambio volvió a su tradicional superávit en el 2012. Se exportaron $118 millones y se importaron $10,5 millones.
La influencia de Trinidad y Tobago en el comercio con el Caribe es fundamental. Ese país representó un 52,6% del total de exportaciones durante el año pasado, así como un 96% de las importaciones.
En ese contexto, la importación de gas natural desde Trinidad y Tobago, en el 2010 y 2011, inclinó la balanza, explicó Ariana Tristán, coordinadora de investigación de mercados de la Promotora de Comercio Exterior (Procomer).
Tristán detalló que en el 2010 el volumen de las importaciones de gas desde ese país subieron un 60% y el valor un 107% respecto al año anterior. Eso indica, agregó, que hubo también una influencia de los altos precios de los combustibles fósiles en los años siguientes a la crisis del 2008 y 2009.
Costa Rica tiene un tratado de libre comercio (TLC) con el Caricom, vigente para Barbados, Belice, Guyana y Trinidad y Tobago. Jamaica se convertiría en el quinto país. La jerarca del Comex, Anabel González, negó que haya desinterés de otros miembros en poner en vigencia ese pacto.
De vuelta. Las exportaciones de pañales y azúcar, especialmente, así como las de equipos de infusión y transfusión de sueros, de leche y nata concentrada y de otras preparaciones alimenticias (en particular para refrescos gaseosos) impulsaron la recuperación en el 2012.
Édgar Herrera, director ejecutivo de la Liga Agrícola Industrial de la Caña de Azúcar (Laica), informó de que las cifras tienen la influencia de la exportación de un barco con azúcar crudo al Caribe.
Calificó esa venta como algo extraordinario, que no necesariamente se va a dar todos los años.
La empresa Kimberly Clark, responsable de la exportación de pañales, dijo que analizaría los datos antes de emitir opinión.