EscucharBuenas noticias para todos aquellos que acostumbran ejercitarse, ya sea caminando o corriendo.
Caminar puede reducir el riesgo de desarrollar hipertensión, colesterol alto y diabetes, de igual forma a como lo puede hacer corriendo, según un estudio publicado en Arteriosclerosis, Thrombosis and Vascular Biology .
Al parecer, lo importante es la cantidad de energía gastada en la realización del ejercicio. Por ello, los científicos evaluaron los beneficios de la actividad física no por tiempo invertido en esta, sino por distancia recorrida.
Para realizar el estudio, Paul T. Williams, investigador del Lawrence Berkeley National Laboratory, y Paul D. Thompson, investigador del Hospital Hartford, tomaron información de dos grandes grupos de estudios que se siguen en Estados Unidos: el National Runners’ Health Study, que observa el estado de salud de más de 33.000 corredores, y el National Walkers’ Health Study, que monitorea la salud de más de 16.000 caminantes.
Los científicos analizaron el efecto del ejercicio en la salud a lo largo de seis años. Según sus hallazgos, correr redujo en un 4,2% el riesgo de presentar hipertensión por primera vez, y caminar, en un 7,2%. En cuanto a desarrollar altos niveles de colesterol en la sangre, correr redujo el riesgo en un 4,3 % y caminar, en un 7%.
En el caso de desarrollar diabetes, correr redujo el riesgo en un 12,1% y caminar, en un 12,3%, mientras que, en torno a la enfermedad cardiovascular, correr redujo el riesgo en un 4,5% y caminar lo bajó en un 9,3%.
Según concluye el estudio, correr o caminar provee reducciones similares en los riesgos de las enfermedades mencionadas, siempre que se invierta la misma energía en la actividad física. Eso significa que, para obtener los mismos beneficios, quienes caminan deben invertir el doble de tiempo que quienes corren.
No obstante, el estudio demuestra que casi cualquier persona puede incluir la actividad física en su rutina diaria para mejorar su salud: basta con salir y caminar.
