Tokio. AFP. Tres navíos pertenecientes a organismos oficiales chinos ingresaron ayer en aguas territoriales de un archipiélago japonés reivindicado por Pekín, en el último episodio hasta ahora de una inquietante disputa entre los dos gigantes asiáticos.
Los navíos, dos de vigilancia marítica y un tercero de la administración pesquera, navegaron durante siete horas a 20 km de dos de las islas Senkaku, Kubashima y Wotsurijima, en el mar de China Oriental, anunciaron los guardacostas japoneses que vigilan las costas del territorio.
Otros seis barcos chinos patrullaban un poco más lejos, en las inmediaciones del límite de los 22 km que marcan la frontera de las aguas territoriales japonesas.
El Gobierno de Tokio envió inmediatamente, a través de los canales diplomáticos, una “firme protesta”, indicó el portavoz gubernamental, Osamu Fujimura.
Por otra parte, unos 80 pesqueros taiwaneses zarparon ayer en dirección al archipiélago desde el noreste de Taiwán, que también reivindica las islas.
Desde hace varias semanas, Pekín y Tokio alientan “expediciones” navales alrededor del archipiélago de Senkaku (Diaoyu para los chinos), situado a unos 200 km al noreste de las costas de Taiwán y a 400 km al oeste de la isla de Okinawa (sur de Japón).
Además de su innegable valor estratégico, las islas podrían poseer reservas de hidrocarburos en sus fondos marinos.
A comienzos de setiembre, la compra de tres de ellas por el Gobierno japonés a su propietario privado, también japonés, encolerizó a los chinos.
Pekín decidió inmediatamente enviar seis navíos hacia el archipiélago, mientras comenzaba en toda China una semana de manifestaciones antijaponesas muchas de ellas violentas.
El primer ministro japonés, Yoshihiko Noda, advirtió que la intransigencia de China podría “afectar a su propia economía”, la de Japón y globalmente a “la economía mundial” en una entrevista con The Wall Street Journal.
Los dos países son muy interdependiente económicamente, con un volumen de intercambios de 343.000 millones de dólares.
Finalmente, las autoridades chinas pusieron fin a las manifestaciones callejeras antijaponesas, pero sin variar su posición en cuanto al litigio territorial.
En este contexto, China decidió el domingo “postergar” una ceremonia con motivo de los 40 años de la normalización de las relaciones entre China y Japón , prevista para el 27 de septiembre.
Japón y China mantendrán contactos esta semana para intentar frenar la escalada de tensión por las islas Senkaku.
Para ello, el viceministro japonés de Exteriores, Chikao Kawai, viajará a Pekín para reunirse hoy con su homólogo chino, Zhang Zhijun, en un intento de relajar las tirantes relaciones bilaterales, informó una portavoz de la cancillería en Tokio.
Kawai fue el encargado de transmitir por teléfono una protesta al embajador chino en Japón, Cheng Yonghua.