Los bancos Nacional, de Costa Rica, Bancrédito y Popular pidieron ayer, ante la Comisión de Asuntos Hacendarios del Congreso, que los rendimientos de sus títulos valores emitidos en el extranjero sean excluidos de la aplicación del impuesto a los capitales financieros.
La Cámara de Bancos fue un paso más allá y solicitó por escrito que se exceptúe a todas las entidades reguladas del Sistema Financiero Nacional que emitan bonos fuera del país.
La defensa de la banca es que el dinero que captan con estos valores lo usan para dar créditos a las empresas y las familias.
Asimismo, propusieron que solo se graven las inversiones de un año o menos, de personas no domiciliadas en el país, porque estos sí son recursos especulativos.
El proyecto contra los capitales financieros, en discusión en comisión por los diputados desde enero anterior, impone un alza a las retenciones por remesas al exterior, sobre los rendimientos pagados por inversiones de no residentes, hasta por 30 puntos porcentuales adicionales.
Fernando Naranjo, gerente del Banco Nacional, confirmó que comunicaron, la semana pasada, al Ministerio de Hacienda, sus observaciones a la iniciativa en análisis.
“Hay un riesgo en la potestad que se brinda al Banco Central de aplicar el impuesto por seis meses y de forma indefinida por períodos iguales lo que lo haría permanente”, dijo Gerardo Porras, gerente del Banco Popular.
Guillermo Quesada, presidente de la Cámara, mostró preocupación de la potestad indirecta que otorga Tributación para imputar cargos porque genera inseguridad jurídica. La Nación remitió consultas a Hacienda sobre este tema, pero no hubo respuesta.