En la Guacima Alajuela una empresa se dedica a dar Formacion Asistida con Caballos,cuyos instructores son Patricia Corrales y Roberto Barzuna.Foto Jorge Castillo.14/9/11. (JORGE CASTILLO)
Atenea se mantuvo con las orejas gachas, la cabeza inclinada y los ojos casi cerrados, mientras Jorge, Gustavo, Angie, Federico y Javier intentaban ponerse de acuerdo entre ellos.
Atenea no habla; relincha, y con aquel gesto quería decirle a la gente que estaba aburridísima de ver cómo intentaban ponerse de acuerdo, sin éxito, para guiarla a través de los obstáculos, puestos sobre la arena de la inmensa cuadra. También intentaba comunicarles: ¡inclúyanme!
Por unas cuantas horas, la yegua formó parte del departamento comercial de Alpiste, una empresa de alimentos y bebidas.
Aquella mañana no había escritorios ni computadoras de por medio; tampoco un inmenso salón de hotel con temperaturas gélidas congelando los pies.
La brisa cálida de La Guácima se filtraba por todo lado, y los ejecutivos de la empresa no andaban con sus trajes cotidianos, sino con
La especialista en motivación y liderazgo salió con sus cuatro patas de una cuadra que comparte junto a otros caballos de pura raza española e ibérica, en una finca que invita a la reflexión.
Sin pronunciar largos o aburridísimos discursos, esta yegua dictó una clase sobre cómo hacer equipo y llevar a la empresa por caminos seguros.
Esto de la formación asistida con caballos no es algo nuevo en el mundo; en Costa Rica sí. Apenas en el 2007, la psicóloga especialista en neurociencia cognitiva y afectiva, Patricia Corrales, echó a andar este proyecto.
La iniciativa se llama Sukha Center (www.sukhacenter.com), y está enfocada en el entrenamiento neuroemocional y el control del estrés. Se trata de ayudar a pequeñas, medianas y grandes empresas a trabajar los temas de motivación y liderazgo con ayuda de caballos.
Usualmente, estos animales están más vinculados a terapias para personas enfermas.
En este caso, los equinos entran a jugar un papel importante con individuos sanos, apoyándolos en la tarea de conocerse, mejorar su capacidad de comunicación con los otros, y convertirse en seres humanos más completos y realizados.
Atenea y su grupo son buenos maestros. Según Patricia, los caballos tienen la capacidad natural para trabajar en equipo.
Por naturaleza, conviven en manada y tienen el potencial de seguir a un líder fuerte, seguro y que inspire confianza, uno que no los lleve hacia el despeñadero.
Son, además, “animales espejo”, con la capacidad de reflejar y percibir las emociones ocultas de los humanos.
Por eso, si alguien viene triste, enojado, o extremadamente negativo, aunque logre burlar con su cara a la gente, no lo logrará ni con Atenea ni con sus colegas de cuadra: Malagueña, Bellísima o Campeón.
Estos caballos lo percibirán y actuarán en consecuencia. Su lenguaje corporal expresará incomodidad: bajarán sus ojos, pondrán la cabeza gacha y no querrán moverse para ningún lado adonde una persona “con mala
Así de simple. A estos asesores de cuatro patas no hay quién les meta diez con hueco.
De ahí el éxito que se garantiza con estas técnicas grupales. Lo vimos con el equipo de Alpiste, que desde mayo trabaja en mejorar sus habilidades.
A ellos, se les hicieron varias pruebas sobre la arena, pero una llamó la atención porque examinaba el estilo de liderazgo de dos de los miembros del equipo. A ellos les llamaremos ‘A’ y ‘B’.
A cada uno se le encargó dirigir a un colega a quien le taparon los ojos con un pañuelo. Este “ciego”, a su vez, era responsable de guiar a un caballo por un camino lleno de obstáculos.
‘A’ y ‘B’ eran los encargados de dirigir con su voz a cada uno de sus compañeros hasta llevarlos a buen puerto.
‘A’ lo logró en el segundo intento. Su voz era firme, segura, y esto fue lo que le transmitió a su compañero, quien solo en unas pocas ocasiones se perdió. A ‘B’ le costó más transmitir las indicaciones. Como resultado, caballo y colega chocaban contra los obstáculos y nunca encontraron el camino.
¿Qué pasó en cada uno de los equipos? ¿Por qué ‘A’ logró lo que a ‘B’ le fue tan difícil resolver? Sentados en las graderías, el equipo de Alpiste se encargó de analizar dónde estuvieron las mayores dificultades, los logros y las oportunidades de mejora.
En esa dinámica y en otras, participa un equipo de especialistas: Patricia Corrales y Carlos Barzuna. La primera, como psicóloga especializada en comportamiento humano, y Carlos como experto equino.
De ambos análisis sale un resultado que es el que, a la postre, se llevará a la vida real, cuando el equipo empiece a vivir su día.
Así, cuando les toquen situaciones reales, deberán poner en práctica actitudes de las cuales dependerá su futuro y el de toda la empresa.