Somos lo que consumismos o, también, somos lo que desechamos. Una mirada más profunda a la basura de nuestra sociedad correspondía al arte, y Ariela Kader aceptó el reto.
La artista tica residente en Nueva York, ha creado su obra en torno a estas preguntas, y ha logrado mostrarla en importantes exposiciones como Art in Odd Places. Asimismo, colabora con el Children’s Museum of the Arts. Conversamos con la artista sobre su trabajo en instalación, fotografía, intervenciones y otros medios.
“Hace cinco años hice uno de los cambios más contrastantes e impactantes de mi vida, cambié el verde por el gris, me fui de Costa Rica y vine a Nueva York, a estudiar artes plásticas”, contó Kader a Viva .
Consumo. El traslado implicó múltiples cambios en su forma de vida; entre ellas, reemplazó el carro por las largas caminatas. “Caminaba todos los días de los dormitorios de la universidad a la universidad, ida y vuelta, siempre acompañada por mucha gente y... bolsas y bolsas de basura”, dice.
Empezó a fotografiarlas y a coleccionar las imágenes, curiosa por entender qué le interesaba de ellas. Tituló las imágenes y examinó sus composición; charló con su profesor de escultura sobre el tema. Decidió que debía quedar marca de su efecto sobre los objetos.
Así, en su proyecto Social Trash ( Basura social ), Kader etiquetó cada bolsa de basura según la situación en la que las hallaba. “De esta manera, creaba un diálogo entre los peatones y las bolsas de basura; somos lo que consumimos, pero también somos lo que botamos”, explica Kader.
En el proceso de interacción del público con su obra, Kader ha encontrado los puntos de conexión que puede crear la intervención artística. “Estas experiencias me han enseñado que no estamos solos en este mundo, que hay gente que quiere saber lo que hacemos y hay otra gente que hasta lo hace mejor que uno, lo cual nos enseña que no sabemos todo”, explica.
Para Kader, su intervención interpela a los peatones desprevenidos a reconsiderar su entorno. “Al intervenir las bolsas con una cinta que dice ‘mujer’, creo inmediatamente una especie de espejo entre todas las mujeres que pasarían enfrente y esta bolsa de basura”, argumenta.
Kader no solo analiza las composiciones de las bolsas para hurgar en nuestra sociedad. También ha creado múltiples instalaciones y videos, así como impresiones gráficas y objetos de arte que ahondan en su pregunta por lo que somos.
Asimismo, acerca el arte a los niños en el Children's Museum of the Arts. Allí, enseña a los más pequeños de la comunidad técnicas de ilustración, stop-motion y filmación. “Les enseño a niños con parálisis cerebral como hacer stop-motion animations con ayuda de sus amigos, primos o hermanos que asisten a la clase”, celebra Kader.
Para Kader, ha sido una experiencia que confirma su vocación por el arte y los procesos creativos, así como el impacto que pueden tener estas iniciativas libres en las distintas comunidades. “Trabajar en el Children's Museum of the Arts ha influenciado bastante mi trabajo personal ya que al estar tanto tiempo rodeada de niños y escuchando sus ideas, pensamientos e historias, uno se recuerda constantemente lo rico que se siente pensar en voz alta y hacer personajes e historias sin cuestionarse mucho, solo siguiendo la imaginación que hay dentro de cada uno”, confiesa. “En mi trabajo personal ahora estoy tratando de pensar en voz alta también y darle una presencia tridimensional a mis ideas y desarrollarlas desde ahí, tantas ideas en el pasado que se quedaron escritas en un cuaderno y no pasaron de ahí...”, agrega.
Kader colabora con ShopGreyArea para producir objetos de arte accesibles. Una de sus contribuciones es la serie de camisetas I Am My Billboard ( Yo soy mi propio anuncio ), en la cual se incluyen fragmentos de currículos.
Retratos de los desechos de la calle que sean retratos de lo que somos: esa es la impronta de Ariela Kader.