Expertos de las universidades Tubingen en Alemania, Católica del Norte en Chile y San Pablo en Brasil compararon los cráneos de docenas de paleoamericanos de 11.000 y de 7.500 años de antigüedad, en un estudio publicado en la revista de la “Public Library of Science”.
"Descubrimos que las diferencias entre los nativos americanos primitivos y tardíos coinciden con las predicciones de un escenario de dos migraciones mucho mejor que con las de cualquier otra hipótesis", dijeron los investigadores.
"En otras palabras, estas diferencias son tan grandes que es muy improbable que los primeros habitantes del Nuevo Mundo fueran ancestros directos de las poblaciones recientes de nativos americanos", añadieron.
Los resultados del estudio sugieren que el último ancestro común entre los primeros amerindios y los más recientes estaba situado en otro continente.
Los expertos coincidieron en que las diferencias se explicaban mejor por el escenario en el cual una primera ola de pobladores llegó a través del Estrecho de Bering desde el noreste de Asia, seguida de un segundo grupo mucho después por la misma ruta.