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Al Vuelo

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Jessica Canales Artavia, de 33 años, desapareció a mediados de febrero. De su cuerpo, desmembrado, se hallaron calcinados la cadera y el cráneo el pasado 5 de marzo. El OIJ no aceptó investigar su desaparición sino hasta 10 días después de que Jessica Canales no diera señales de vida. ¿Por qué tanta demora? Hubo, dice el director del OIJ, Francisco Segura, un “elemento distractor”: el relato del esposo de Jessica, de apellido Brenes, ahora detenido en prisión preventiva como sospechoso de femicidio. “En este caso el esposo de la mujer dijo que ella tenía un novio hondureño, que él le había encontrado unos mensajes de texto y que ella se había llevado la ropa. No teníamos ninguna denuncia previa de violencia doméstica, o algo que nos hiciera sospechar; todo daba a entender que era un abandono de hogar”.








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