Houston . Tras una vida de sufrimientos, cinco esposos, dos asesinatos y 15 años en el "corredor de la muerte", llegó la hora de la verdad para Betty Lou Beets, una mujer maltratada que pide clemencia desde su calabozo de Texas (sur de Estados Unidos).
La suerte de esta abuela de 62 años, que debe ser ejecutada este jueves por inyección letal, se encuentra en manos del gobernador de Texas, George W. Bush, y constituye una auténtica prueba para el "conservadurismo compasivo" que defiende el candidato republicano a la Casa Blanca.
"Por primera vez desde que se restableció la pena de muerte (en 1976), un gobernador tiene que decidir sobre la ejecución de una mujer maltratada", afirmó su abogado, Joe Margulies.
En una breve y conmovedora entrevista acordada al canal televisivo ABC el pasado viernes desde el "corredor de la muerte", Betty Lou rogó al gobernador que le dejara la vida.
"Le pido piedad y apelo a su compasión (...). Le ruego que me deje vivir", declaró la abuela en llantos.
Betty Lou, quien afirma haber sido maltratada durante toda su vida por los cinco esposos que tuvo, fue condenada en 1985 por el asesinato de su quinto y último marido, cuyo cadáver fue descubierto enterrado en el jardín del domicilio de la pareja, cerca de Gun Barrel City (este de Texas).
Los investigadores también descubrieron los restos de su cuarto esposo, Doyle Barker. Ambos fueron asesinados con un tiro en la cabeza y habían sido dados por desaparecidos. La abuela, que tiene nueve nietos, fue procesada por este segundo asesinato, pero nunca condenada.
En su pedido de clemencia presentado ante la Comisión de Perdón de Texas, su abogado presenta circunstancias atenuantes.
Violada cuando tenía cinco años por un padre alcohólico, casada por primera vez a los 15, Betty Lou sufrió numerosos malos tratos y agresiones sexuales. Hoy inválida y sorda, padece contusiones cerebrales y un síndrome de estrés postraumático.
"Durante toda su vida, mamá fue maltratada y vi cómo fue golpeada por sus maridos tantas veces que no puedo contarlas", explicó su hija Faye Lane.
Cuando Betty Lou se casó con su último esposo en 1982 -dijo su abogado- "su cuerpo y su espíritu ya estaban dañados por los malos tratos, la enfermedad crónica y la negligencia de su niñez, las amenazas constantes de muerte de parte de los que le juraron amor y los golpes en la cabeza" recibidos.
Uno de sus maridos hasta se divertía mordiendo ferozmente sus senos, sus muslos y su trasero "para asegurarse que no mostraría su cuerpo a todo el mundo cuando él estaba de viaje".
Los malos tratos no justifican el asesinato, reconoció Sarah Buel, de la Clínica para la Violencia Doméstica de la Universidad de Texas. "Pero esta mujer estaba desesperada y la comunidad no hizo nada. Sería un escándalo que el estado le quite la vida".
Amnesty Internacional USA y la Coalición Nacional contra la Violencia Doméstica pidieron clemencia a Bush, al considerar que su ejecución "sólo completaría un ciclo de abusos y de horribles violencias".
El informe se encuentra en manos de la Comisión de Perdón de Texas. "Comunicaremos nuestra opinión de aquí al martes", declaró a la AFP su presidente, Gerald Garrett.
Bush no otorgó clemencia a ningún condenado a muerte en los cinco años que lleva en el poder, periodo en el que fueron ejecutadas 119 personas en Texas.
Según el abogado de la abuela, "la clemencia es una excepción. Es otorgar piedad en casos adecuados. Si éste no es uno de ellos, entonces ya no sé dónde estoy", concluyó.
Edición periodística: Adriana Quirós Robinson, La Nación Digital. Fuente: agencias.