Tyehimba Jess, Pulitzer 2017: el poeta que hace cantar las perdidas voces negras del siglo XIX

Sus canciones formaron la identidad musical estadounidense entre la Guerra Civil y la Primera Guerra Mundial, pero pocos pudieron ser registrados en grabaciones para nuestros días. En su poemario ‘Olio’, Jess recupera a los artistas negros cuyas voces se perdieron en el tiempo.

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El último libro de Tyehimba Jess, Olio (2016), nos permite escuchar las voces que el tiempo silenció. No con el oído, claro, porque son voces jamás grabadas: son las mujeres y hombres negros que dieron forma a la gran tradición musical estadounidense, esclavos e hijos de esclavos que inventaron el sonido americano en el siglo XIX.

El logro de Olio, al conectar la recuperación histórica con un lenguaje denso y rico, le ganó el Pulitzer de Poesía del 2017 a Jess. El escritor participa el 24 y el 25 de agosto en distintas actividades, invitado por Rayuela Café Literario –el bar y restaurante de los poetas Paola Valverde y Dennis Ávila, renacido en el centro de San José–. Fue justo allí donde, esta semana, conversó con Áncora sobre este libro que le tomó siete años de investigación y escritura.

“El proyecto de Olio empezó a partir de una idea que vino después de mi primer libro, leadbelly (2005), sobre Huddie William Ledbetter (1888-1949). Él pasó encarcelado gran parte de su vida, removido de la sociedad,y salió con 500 canciones aprendidas de memoria”, explica Jess.

“Él sí tuvo la suerte de ser grabado, pero eso me llevó a pensar fue quiénes fueron las personas que influenciaron a Leadbelly que nunca fueron grabados. Eso me llevó a pensar en la historia de la música negra, de la música estadounidense, en la era previa a la era de la grabación, cuando los Estados Unidos estaban intentado decidir cómo sonaban, tratando de determinar cuál era su voz real”, dice Jess. El ragtime, los cantos espirituales, las canciones de trabajo que compartían los esclavos en las plantaciones... de ese caldo surgieron las músicas americanas que en el siglo XX se esparcerían por todo el mundo.

Así, empezó a toparse poco a poco con otros músicos que, aquí y allá, surgían de la era posesclavista y se dedicaban a esparcir las tradiciones musicales negras por un país que, a su vez, no dejaba de crecer y transformarse después de la traumática Guerra Civil (1861-1865).

Eran figuras como Blind Tom, “poseído por la misma familia toda su vida, a lo largo de la esclavitud, durante la guerra y después”, o los Fisk Jubilee Singers, la primera agrupación musical negra que giró internacionalmente. ¿Quiénes eran, por qué nunca había oído hablar de ellos, qué sabíamos de su legado?

“Los Fisk Jubillee Singers, por ejemplo, esparcieron la voz de la libertad, de la negritud libre, de la humanidad libre. Estaban en una misión, eran misioneros del sonido, de la idea de la libertad, dignidad y el alma negras. Cuando haces investigación histórica, te encuentras con una historia y te vas por esa avenida, y allí te topas con otra historia interesante”, explica el poeta. “Me molestó no saber quiénes eran todas estas personas”.

Las figuras prominentes no dejaban de surgir. Estaba Edmonia Lewis, “la más exitosa artista visual negra del siglo XIX, que hasta hizo un busto de un presidente, ganó comisiones de $50.000, se fue a Roma a los 20 años…”, o Sissieretta Jones, una cantante de ópera que encontró gran éxito en su época, pero cuya voz no llegó a grabarse.

Olio tiene una detallada bibliografía que muestra los sitios donde Jess excavó estos relatos, como artículos, ensayos, recortes y libros de todo tipo. Aún así, quedaban grandes vacíos. “A veces lees una historia y ves algo pequeño, un detalle, y lo que hay es una oportunidad para que ocurra un poema”, dice Jess.

Una de las principales dificultades, naturalmente, era la imposibilidad de consultar registros sonoros, pues la grabación no se difundió sino hasta finales del siglo XIX e inicios del XX; incluso entonces, como en tantas otras áreas de la vida, las personas afroamericanas no eran prioridad, de modo que muchas voces y sonidos se perdieron irremediablemente.

¿No fue un desafío enorme intentar dar voz a quienes no podía escuchar? “Sí, fue un reto grande. Escuché mucho ragtime, grabaciones de los Fisk Jubilee Singers. Con el resto, se trata de indagar el campo en el que estaban. No es necesariamente sobre cómo sonaban, sino cómo llegaron a sonar así", explica. “Me interesaban las dificultades que tuvieron que afrontar, cómo tuvieron que perseverar en circunstancia muy difíciles. Como las McKoy Twins, que nacieron en una plantación como esclavas”.

De muchas maneras, al narrar estas vidas poéticamente, Jess redibuja la historia cultural de su país; los vacíos y las sombras ceden espacio a vidas plenas y redondas que, aunque marginadas y olvidadas, sembraron firmemente corrientes musicales que hoy continúan floreciendo. “Intenté contar sus historias tan precisamente como pude y con cuanta imaginación pude. Cuando tomas esa oportunidad, tienes la responsabilidad de contar sus historias con la precisión y humanidad que puedas”, considera el poeta.

“Creo que busco maneras de fusionar mis ideas políticas con mis palabras. Lo que ocurre aquí es una resurrección de estas historias perdidas, y cuando cuentas eso, manifiestas la humanidad de personas que han sido deshumanizadas, borradas. Te preguntas también de qué más nos estamos perdiendo ¿Cuáles son esas experiencias a través de múltiples prismas, la experiencia de otras voces marginadas de aquella época, como las mujeres, las personas LGBTQ, chicanos, latinos, asiáticos…? La Guerra Mundial vio a Estados Unidos crecer a su identidad de potencia mundial. El prólogo a eso fue Estados Unidos averiguando cuál era su identidad real”.

“Algo que estoy intentando hacer es reconsiderar a los arquitectos del sonido que tenemos hoy, revisitarlos y entenderlos”, afirma Jess. “Cuando hablas de la historia, hablas de pasado, el presente y futuros posibles. Cuando hablas de historia, te conviertes en parte de la historia del evento y la gente de las que hablas. Me enorgullece que la idea de investigar esta historia y los archivos se ha discutido con el gane del Pulitzer”.

Lea un extracto del poemario de Jess en este enlace de Literary Hub.

Tyehimba Jess en vivo

Puede escuchar a Tyehimba Jess leer extractos de Olio y compartir con otros poetas este viernes 24 a las 7 p. m. en el restaurante Luna Roja (barrio Escalante), junto al editor y poeta Chema de la Quintana, y el sábado 25 a las 7 p. m., en Poetas a la Carta, del bar El Lobo Estepario (en San José, costado sur de la plaza de la Democracia).

El poeta vino al país para conocer el movimiento Slam Poetry CR, desarrollado por la poeta limonense Queen Nzinga Maxwell; su visita tiene apoyo el Hotel Boutique Luz de Luna, Hotel Cocoon, Hotel Shana y El Lobo Estepario.