Lanzo Luconi, músico costarricense: ‘Al Costa Rica Piano Festival vienen los mejores pianistas del mundo’

El festival reunirá a jóvenes talentos de Costa Rica y otros nueve países, quienes recibirán clases de perfeccionamiento musical y ofrecerán conciertos en los escenarios más importantes

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Escuchar hablar a Lanzo Luconi sobre el Costa Rica Piano Festival 2019 es como apreciar en vivo la intensa interpretación de la sonata para piano Opus 57 Appassionata, de Ludwig van Beethoven. Es inmensa la emoción que produce la actividad entre los jóvenes talentos, los artistas invitados y el público en general.

La sexta edición se realizará del 8 al 13 de julio y está catalogada como la más ambiciosa. El festival recibió en esta oportunidad la declaratoria de interés cultural por parte de la Presidencia de la República y el Ministerio de Cultura y Juventud (MCJ).

Este año, el programa tiene como plato fuerte la participación de artistas consagrados como Sergio Sandí, pianista costarricense radicado en Nueva York, o el estadounidense William Grant Naboré, mentor de una nueva generación de exitosos músicos de la escena internacional.

Durante seis días, el festival reunirá a jóvenes talentos de Costa Rica y otros nueve países, quienes recibirán clases de perfeccionamiento musical, brindarán conciertos en los escenarios más importantes del país, compartirán con cinco artistas internacionales y, además, visitarán los principales sitios turísticos del país.

Para Lanzo Luconi, director del Costa Rica Piano Festival (CRPF), la actividad reúne a los mejores pianistas del mundo en una encerrona musical en la que se comparten experiencias, se forjan amistades y hasta se tejen redes de contacto para el futuro.

–¿Qué aporta el CRPF a un país donde se desarrollan tantos festivales? ¿Cuál es el elemento diferenciador?

–Particularmente no conozco tanto lo que están haciendo los otros festivales, cada uno tendrá su motivo, su misión, su razón, pero nosotros queremos convertir a Costa Rica en un centro de encuentro musical internacional. Porque aquí vienen los mejores pianistas del mundo, esa es la verdad.

”Este año tenemos, que todavía no me lo puedo creer, a William Grant Naboré, director de la academia de Como en Italia, donde han pasado todos los pianistas que han ganado los certámenes más grandes del mundo como el Concurso Internacional Chaikovski o el Queen Elizabeth.

”La gente que gana esos concursos tiene carrera para siempre y él ha sido mentor de muchos pianistas. Es como tener a un entrenador de la primera división de España entrenando muchachos aquí; es exactamente lo mismo”.

–¿Cómo se debe impulsar el nivel de los pianistas? Desde los años noventa, el Instituto Superior de Artes (ISA) empuja a los músicos a un nivel más alto y, después, ¿qué sigue?

–Bueno, ese fue el catalizador. Esa fue la primera chispa que empezó a tomar impulso y, gracias a eso, llegamos a un estándar internacional. Antes prácticamente nada estaba a ese nivel y gracias a esta escuela sí se logró hacer.

“Yo soy de la segunda generación del Instituto Superior de Artes y la mayoría estudiamos afuera o tenemos carreras establecidas. Ahora nos toca a nosotros darle continuidad; yo encontré mi manera haciendo un festival”.

–¿Costa Rica tiene suficientes plataformas para que los artistas salgan de la academia a enfrentar al público? Porque una cosa es tocar en un aula y otra es dar un concierto.

–El festival quiere poner a todos los muchachos en un escenario y que toquen, pero esto sucede una vez al año; nosotros somos artistas, tenemos que tocar más que eso. En Costa Rica existen espacios; son muy pequeños y algunos son desaprovechados lamentablemente, pero sí existen.

“Lo que hay que cambiar es la mentalidad de los jóvenes porque ellos tienen una sola dirección y no ven las oportunidades que pueden tomar porque primero están las ganas y después los espacios”.

–¿Qué le hace falta al país?

–Primero ese cambio de mentalidad de que en Costa Rica esto no se puede o de que en Costa Rica no es suficiente. Necesitamos un cambio de mentalidad absoluta: la música es una industria global que siempre va a existir; somos de esas profesiones dichosas que siempre vamos a tener empleo, si queremos, porque la música nunca va a desaparecer.

”Hay trabajos que están desapareciendo, que se automatizan y, más bien, deberíamos de aprovechar esa ventaja que tenemos; yo creo que faltan herramientas.

“Tal vez en el mismo sistema educativo faltan herramientas de emprendimiento y de visión, tal vez hay que abrir un poco los horizontes. No solo hay una manera de ser pianista, no solo hay una manera de ser bailarín.

“Ahora más que nunca podemos romper paradigmas y, con la tecnología, estamos en el mejor punto de la historia para compartir el arte; lo que necesitamos es cambiar la mentalidad y adquirir más herramientas para hacerlo mejor”.

–¿Cómo deberían acercarse los pianistas al público?

–Hace unos meses leí un artículo del New York Times que explicaba por qué la música clásica se está muriendo; no creo que eso sea del todo cierto, pero sí tenemos que fortalecer ciertas cosas.

”El artículo habla, y en eso sí estoy de acuerdo, sobre la frialdad de una presentación de música clásica porque no hay mucha interacción. El pianista llega, hace su reverencia, se sienta a tocar y luego se va.

”Cuando interpretamos música no tocamos para los músicos, tocamos para los que no son músicos. Los profesionales tienen conocimientos y criterios muy avanzados para disfrutar (de un concierto) de distintas maneras, pero el público en general no.

“Se puede fortalecer la conexión con la persona que está en el escenario a través de alguna historia o hablando de la obra. Si se puede romper eso, sin quitarle el mérito y la seriedad a la música en sí; sería genial”.

–¿Cómo ha logrado establecer alianzas con el sector privado para desarrollar el CRPF a lo largo de seis años?

–Es bastante complicado, casi siempre ha sido primero por acercamiento frío, nada más llegar y preguntar. Nosotros enviamos tal vez unas 50 propuestas al año y logramos dos o tres; a veces no logramos lo que nosotros esperábamos porque las compañías tienen sus políticas y sus presupuestos, y tenemos que acoplarnos a eso.

“Los que entienden lo apoyan y lo apoyan al 100%; la mayoría de los patrocinadores los hemos tenido por tres años consecutivos. Se trata de la Cadena Radial Costarricense, Prodex, Bansbach y Yamaha que nos apoyan muchísimo y ya están haciendo planes para seguir apoyando el festival a futuro”.

–El CRPF contará con la participación de cinco artistas internacionales ¿Qué aportan ellos al talento local?

–La sabiduría de tener un carrera artística a ese nivel. Son pocos los muchachos o los jóvenes aquí en Costa Rica que tienen la posibilidad de conocer a alguien así a ese nivel.

"Es muy inspirador recibir consejo de alguien que está a ese nivel y que lo aliente a uno, que crea en uno. En muchos casos los invitan a estudiar o quedan planes a futuro, ya tuvimos la experiencia de una muchacha de Colombia que terminó estudiando con una profesora que vino de Estados Unidos.

“Entonces, está equilibrado entre la experiencia de los artistas que vienen a enseñarles a los muchachos y de los muchachos que aprenden de los artistas”.

–¿Es Costa Rica un imán para que los artistas también vengan a realizar actividades turísticas?

–Sí, claro, para los jóvenes y para los artistas internacionales. Costa Rica tiene una imagen muy buena por su naturaleza y su paz; entonces, no es difícil venderlo.

"Además parte de las actividades del programa son paseos; los llevamos al Volcán Poás, a la playa, hacer canopy, a la feria del agricultor, al tour del café. Tenemos muchas actividades turísticas que son parte de la experiencia, ese es el primer gancho y se van fascinados.

“Muchos a veces ni se acuerdan que tocaron pero se acuerdan de haberse tirado en el canopy y de estar en la playa en Costa Rica”.

Una semana llena de música

  • Lunes 8 de julio, a las 7 p. m.: Recital de estudiantes en la Sala Cullell de la Escuela de Artes Musicales de la Universidad de Costa Rica (UCR). Entrada gratuita.
  • Martes 9 de julio, a las 2 p. m.: Charla “Hablando sobre Beethoven”, en el Centro Nacional de la Música. Entrada gratuita.
  • Martes 9 de julio, a las 8 p. m.: Recital en la Escuela Municipal de Artes Integradas. Entrada gratuita.
  • Miércoles 10 de julio, a las 7 p. m.: Concurso internacional con finalistas y la Orquesta CRPF en el Aula Magna de la UCR. Entrada gratuita.
  • Jueves 11 de julio, a las 8 p. m.: Concierto de jóvenes talentos nacionales e internacionales en el Auditorio del Colegio Humboldt. Entrada ¢10.000.
  • Viernes 12 de julio, a las 7:30 p. m.: Concierto de jóvenes talentos nacionales e internacionales, en el Costa Rica Tennis Club. Entrada: $25.
  • Sábado 13 de julio, a las 8 p. m.: Concierto de clausura en el Teatro Nacional. Entrada: ¢10.000.
  • Entradas disponibles en www.costaricapianofestival.com