El fascinante mundo de Frida Kahlo reconstruido a dos voces

En una entrevista, Ishtar Yasin y María de Medeiros nos acercan a las complicidades y el misterio de sus personajes, así como el drama de las mujeres costarricenses en el exilio

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Cada vez que las mujeres hablamos de la monumental biografía de Frida Kahlo, inexorablemente estamos hablando en primera persona. De lo que vivió y de lo que las mujeres hemos vivido a través ella y por medio de muchas, como ella. Hay algo de símbolo, algo de mito y algo, paradójicamente, de aspiración en esa vida.

Dos Fridas es una película de la directora costarricense Ishtar Yasin, un viaje a un pasado aun vigente, por la magnitud de ese momento y la ola expansiva de retumbos y reverberaciones que seguimos sintiendo. La producción de Ishtar se ha ido abriendo camino en pantallas internacionales y suma ya varios festivales desde su estreno en el festival Tallinn Black Nights en Estonia, incluido el Festival de Cine de Costa Rica, país de origen de sus personajes, además de ser la nación donde creció Ishtar. Actualmente está en cines de Costa Rica.

Durante el 2019 el largometraje ha mantenido giras constantes y en agosto se presentó en México para unir ese paralelismo que se evidencia en el guion. Esos años convulsos (décadas de migraciones que inician avanzados los años 40 y continúan incluso en los 80) en los que algunas de las mujeres más representativas de la vanguardia y la intelectualidad costarricense no encontraron posibilidades de expresión y tuvieron que exiliarse en México para desarrollar sus carreras lejos de la persecución política. Yolanda Oreamuno y Carmen Lyra son dos de las figuras costarricenses que enlazan la trama de la película y, como eje transversal, está la historia de la enfermera Judith Ferreto, quien acompaña a Carmen Lyra durante sus últimos años de vida en México y sintetiza de manera sublime y bucólica los anhelos y las pérdidas de nuestras mujeres y esa época.

Las protagonistas de la película son Frida Kahlo, interpretada por Ishtar Yasin, y Judith, cuya magistral actuación recae en María de Medeiros, actriz portuguesa que recordamos en escenas fundamentales de Pulp fiction. Años atrás, María había coincidido con Ishtar en un festival y habían hecho uno de esos convenios que se decantan con el tiempo y que no necesitan firma, solo voluntad. En sus entrevistas sobre su papel, constantemente se refiere a Dos Fridas como una producción maravillosa, pero también como un viaje personal.

Ishtar: –A María la conocí en la pantalla, cuando la vi actuar en Henry & June, de Philip Kaufman. Adoré su belleza, su gracia. La inteligencia sutil en la construcción del personaje. María era Anaïs Nin, así la he imaginado hasta el día de hoy. Después de ver la película me devoré todos los diarios de la escritora. Creo que esta película marcó a muchos de mi generación. Y como 20 años después fui a presentar el largometraje El camino en la Mostra Internacional de Cinema de Sao Paulo y cuando llegué al hotel, mi habitación no estaba lista. Me pidieron muy amablemente que esperara en el hall. Dos horas más tarde, me dieron mil disculpas por la tardanza y como compensación me entregaron una tarjeta para ir de 5 p. m. a 7 p. m. al piso 9 del hotel a beber o comer alguna delicatessen. Y justo eran las 5 de la tarde, así que dejé las maletas y me fui al vip.

“Cuando entro, lo único que recuerdo es la impresión que tuve al encontrar a María de Medeiros. Le expresé la fascinación que me provocaba conocerla, como si ella hubiera salido de un sueño. Algunas películas adquieren en nosotros esa misma calidad y materia que poseen los sueños y se quedan allí flotando en la memoria. Al día siguiente María vino a ver El camino y recuerdo sus ojos con lágrimas, su sensibilidad tan grande… (el final de esta película es muy triste). Desde entonces nos hicimos amigas, con el deseo de trabajar juntas. Y mientras escribía el guion entendí que el personaje principal, Judith, debía ser interpretado por una gran actriz. Ha sido un honor y un tremendo placer poder trabajar con ella en Dos Fridas”.

Esta dualidad en el guion generó una entrevista a dos voces. Un encuentro de puntos de vista de dos mujeres protagonistas en las que se trasluce la polifonía de más mujeres. Ishtar y María contestan con su propia voz, las respuestas que podrían acercarnos a esa historia de paralelismos que se reconstruye en Dos Fridas.

En palabras de María de Medeiros

En su carrera, la actriz portuguesa ha logrado tener un perfil muy internacional, que se puede destacar por la calidad de interpretación y el gran nivel del cine que elige. Sin duda, se ha convertido en una referente de un cine más reflexivo y profundo.

–¿Cómo nace su relación con las producciones cinematográficas en lengua española?

–María de Medeiros: Gracias a Bigas Luna, en Huevos de oro, hice mi primera película en español. Me pusieron una coach y, como adoro los idiomas, me lo pasé muy bien iniciándome a esa nueva lengua para mí. Llegué al set muy feliz por haber aprendido rápido. No es tan difícil para una portuguesa. Ahí, de repente, me di cuenta que todos hablaban otra lengua: catalán. En fin, esos dos idiomas, gracias al maestro Bigas Luna, entraron en mi vida y en mi carrera.

–¿Cómo elige las películas en las que actúa? ¿Qué rasgos de esos guiones son los que le interesan?

–María de Medeiros: La lectura del guion es decisiva. Elijo de forma bastante intuitiva. Siento que puedo aportar algo al papel o no. Un guion transmite mucho del universo del director. Sobre todo un guion tan personal y sensible como el de Dos Fridas. Me encantó de inmediato. Por ser complejo, atrevido, fuera de las normas, pleno de las mitologías que atraviesan el universo creativo de Ishtar.

–¿Cómo fue el proceso para llegar al papel en Dos Fridas?

–María de Medeiros: Me entregué en las manos de Ishtar. En su imaginación, su estética, su relación con las palabras, los colores, los sonidos. Su modo de hacer cine. La película es un viaje onírico mucho más que un retrato biográfico. Se trata del amor de esas dos mujeres, Judith y Frida, de identificación recíproca y de la forma en la que intentamos reproducir momentos-clave en nuestras vidas.

“Su personaje en Dos Fridas describe un momento histórico de Costa Rica y lo narra desde la lateralidad. Si bien Frida fue absolutamente fascinante, lo maravilloso es precisamente esa narración que la describe a partir de sus afectos y las personas que la rodeaban. Entonces, vemos un momento en el que grandes mujeres pensadoras de Costa Rica se vieron obligadas a migrar. Y vemos también otros rasgos de Frida que no eran tan populares en su construcción imaginaria”.

–¿Qué fue lo que más la impactó de su propio personaje?

–María de Medeiros: Judith permanece en un misterio, que Ishtar no trató de develar. Me gusta respetar al misterio de los personajes. Eso los hace reales. Como las personas.

Habla la otra Frida: Isthar Yasin

–¿Cómo fue sucediendo ese acercamiento con la historia paralela que se narra en Dos Fridas, la de las mujeres intelectuales costarricenses en el exilio? ;Cómo transcurre ese proceso interno?

–Ishtar Yasin: Esta búsqueda inicia cuando descubro la obra artística de Frida Kahlo. Me impactó, despertaba en mí ese arquetipo antiguo de la mujer salvaje y creadora. También me interesó ir a sus fuentes y descubrí esa racionalidad mágica de la cosmovisión indígena. Ese mundo se unía también con mis propios orígenes, con los sumerios de Mesopotamia. Ellos también vivían otra relación con el mundo y la naturaleza.

"Años más tarde descubrí a la costarricense Judith Ferreto. Ella cuidó a Carmen Lyra hasta su muerte en 1949 y en 1950 se convirtió en enfermera personal de Frida Kahlo.

“En la película hay un puente invisible que une el mundo de los vivos con el de los muertos. Muchos de ellos viven en nosotros y se comunican de una forma misteriosa. Somos también el resultado de esas memorias que van quedando y que perduran e incluso pueden influir o inspirar nuestros actos. Así, quise crear un inframundo donde estarían muchos de los personajes y amigos que vivieron en esa época. Y claro, Carmen Lyra y Yolanda Oreamuno tenían que estar presentes, no solo por el hecho de que ambas murieron en México, en el exilio, si no sobre todo porque siento una admiración profunda hacia ellas y hacia su obra”.

–Aunque la gran escritora Carmen Lyra es otra de las lateralidades y casi intertextos de la película, me gustaría saber ¿cómo construye sus referencias en el guion?

Ishtar Yasin: Carmen Lyra fue más que una una gran escritora. Fue un ser humano excepcional, maestra, luchó por los derechos de los desposeídos. Ella murió en México, debido a que fue expulsada de Costa Rica 1948, adonde viajó acompañada de la enfermera Judith Ferreto, pues se encontraba muy enferma. Carmen Lyra rogó que la dejaran regresar a morir en su casa y no se lo permitieron. Esta es una injusticia histórica que no puede ser borrada y en esta película tuve la oportunidad de recordarla y hacerle un homenaje. Yolanda Oreamuno, gran escritora, de una sensibilidad única. La ruta de su evasión es un libro revolucionario, en su contenido y forma, es una obra universal que refleja el mundo de las mujeres en esta sociedad patriarcal. Ella también murió en México, donde se exilió, como tantos otros artistas de Costa Rica, que han tenido que irse para intentar lograr el reconocimiento que no tuvieron en su propio país. Por eso era necesario para mí revivirlas en esta película, para que sus voces resurjan y nunca se olviden.

–¿Cuáles son los desafíos y las ventajas de producciones como Dos Fridas dentro del gran ecosistema del cine internacional?

Ishtar Yasin: No hay ventajas, han sido sobre todo desafíos. En la película intenté crear un mundo nuevo, algo que surgía de mí, de lo más hondo de mi ser. No me interesaba la imitación de la vida, tampoco hacer una reconstrucción histórica. Ese fue el principal desafío y algo que he querido dar, sobre todo a los cineastas, el hecho de que sí podemos crear mundos, universos únicos, tiempos, ritmos. Y es un desafío poder encontrar y proponer un idioma propio, un punto de vista, otros imaginarios. Poder expresarte con libertad, más allá de las consecuencias, sin concesiones, sin seguir pautas pre-establecidas. Me interesa la poesía y en una película, el lenguaje de las imágenes y los sonidos precede cualquier filosofía. Ese es el camino que me apasiona. Y esto claro puede dificultar la producción de una película, ya que hay una presión del mercado y esto puede contaminar los procesos creativos. El principal sentido de una obra artística es la comunicación, la posibilidad de expandir la conciencia, y ojalá, porque no, transformar el mundo.

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La película sigue su recorrido con presentaciones internacionales y actualmente está dentro de la temporada de funciones del Festival Shnit.

En Portugal

Actualmente, María de Medeiros trabaja en una película en Portugal. Interpreta a una mujer valiente y original, oprimida también por una sociedad retrógrada y machista en 1918: Orden moral, filme que dirige Mário Barroso.

Y acaba de dirigir una película en Brasil, Aos nossos filhos. La película trata del momento que Brasil está vivendo, através de una relación madre e hija. La hija espera un bebé con su compañera, la madre se debate con los traumas de sus tiempos de guerrillera contra la dictadura militar. Ambas tienen esperanza en el futuro, pero son atrapadas en una realidad a contracorriente de sus aspiraciones.

Por su parte, Ishtar Yasin está dedicada a las giras de la película, editando un documental y terminando el nuevo guion de su próximo largometraje.