¿Dónde encontrar las grandes obras de Rafa Fernández? Guía sobre sus murales y pinturas destacadas

Los murales en la Clínica Marcial Fallas, en Desamparados, y en la Parroquia de San Pedro Apóstol del prominente artista costarricense, fallecido el domingo 9 de setiembre a los 82 años, son los más fáciles de apreciar. También se hallan importantes trabajos en el Club Unión y colecciones estatales y galerías

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Rafa Fernández (1935-2018) no solo fue un pintor prominente en el arte costarricense, sino uno de los más prolíficos. En su trayectoria de más de seis décadas, pintó, pintó y pintó apasionadamente y sin importar los pesares..., tanto que su legado se puede rastrear en colecciones públicas y privadas en Costa Rica y otros países. Y aquí, donde fue profeta en su tierra, ¿dónde podemos ver sus grandes obras, las más destacadas?

Las dos más fáciles de apreciar están en espacios públicos: la Alegoría al trabajo, enorme mural de 45 m de largo por 2,5 m de alto en la Clínica Marcial Fallas, en Desamparados, y La Virgen Descalza, un óleo sobre lino de más de 5 metros de alto en la Parroquia de San Pedro Apóstol, en Montes de Oca.

Fuerte contenido social

Tras pasar la revisión del oficial de seguridad y alzar la vista, el visitante de la Marcial Fallas se encuentra con que el vestíbulo lo llena un mural que Rafa Fernández pintó en 1973 y está repleto de reflexiones sociales y 12 figuras que intrigan al espectador.

Es un trabajo imponente. Muestra diferentes temáticas ligadas con los trabajadores costarricenses y su aporte en el avance del país. Están los esclavos que rompen sus cadenas y se defienden de la opresión, la familia de campesinos que busca su camino, las mujeres que ayudan a niños y necesitados a avanzar hacia el futuro y aquellos que siembran un mejor mañana en un ambiente de paz.

Aquí, las mujeres son protagonistas: son seres fuertes, con trajes sencillos y conducen la avanzada, que lleva adelante un niño. En otro segmento, también está la madre campesina que protege en sus brazos a su bebé.

La Alegoría al trabajo fue restaurada en el 2015, debido, primordialmente, al mal estado en que se encontraba el soporte (plywood) de la capa pictórica. Actualmente, se pueden contemplar muy bien los detalles, colores y temática de esta pintura de gran formato.

No obstante, en una visita que se realizó el miércoles 12 de setiembre, se observaron dos hundimientos en la capa pictórica y un trozo de cinta adhesiva pegada en la misma área (las piernas de los campesinos).

Según Dannia González Castillo, de la subárea de Patrimonio Cultural de la Caja Costarricense de Seguro Social, se está realizando una evaluación del estado de las obras de la colección de la institución para definir cuáles requieren una intervención urgente. “Una vez que se termine esa valoración se determinará si el mural necesita una atención urgente o no”, detalló.

Una virgen entre ángeles, nubes y veladuras

En la pared oeste de la Parroquia de San Pedro Apóstol, en Montes de Oca –allí, frente al parque de San Pedro– reina una virgen descalza, vestida de rojo y azul, rodeada de siete ángeles, nubes y veladuras. Se trata de un óleo sobre lino que Fernández pintó dentro de la propia edificación y que se inauguró en 1996.

Alma Fernández, hija del artista, cuenta que esta pintura nació gracias a un ofrecimiento que Carlos Humberto Rojas, entonces sacerdote de esta parroquia, le hizo a Myrna Tercero, esposa del pintor y colaboradora de la iglesia, a finales de 1995. “Dígale a Rafa que esa pared es suya”, le mandó a decir el cura. Al día siguiente, en medio de los trabajos de renovación del templo, apareció el artista para tomar las medidas.

“Mi papá era muy mariano; rezaba el rosario todos los días. Así que asumió con gran devoción el proyecto y lo fue sacando, poco a poco, en nueve meses. El padre le dio toda la libertad y él hizo a una virgen sencilla, humilde”, relata Alma.

Desde entonces, Mario Artavia, quien ayuda en la Parroquia, ha velado para que la obra esté en perfecto estado. Sin embargo, el año pasado, su ojo agudo descubrió, después de que pintaron el edificio y cubrieron la creación de Fernández con plástico, que le cayeron dos gotas de pintura blanca a La Virgen Descalza.

La restauradora Alicia Zamora ya valoró los daños y posibles soluciones; sin embargo, los trabajos no están programados todavía debido a que deben reunir las donaciones suficientes para poner los andamios y otras necesidades de esa labor; la iglesia se encargará de los honorarios –una suma simbólica, detallaron– de la especialista. “La cuestión es buscar, o que nos busquen, para ver quién dona qué y que podamos hacer la restauración”, agregó Artavia.

Más difíciles de observar

Desde diciembre del 2000, el Teatro Nacional tiene un telón de boca en que el pintor nacido en los barrios del Sur estampó a sus mágicas mujeres y las diferentes artes a las que da cabida esa institución. La obra (11 x 7 metros) tardó cerca de dos años y medio en ser pintada sobre una lona y se llama Eterno femenino. No se puede admirar siempre, sino solo en ocasiones especiales.

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Fred Herrera, director del Teatro Nacional, informó de que buscarán una actividad especial para exhibirlo, en la cual se le pueda hacer un homenaje al artista. Por ahora, el telón de boca está extendido en el telar del Teatro (parte de atrás, al este) con el fin de protegerlo, que no se arrugue ni se quiebre la capa pictórica, detalló Carmen Marín, del Departamento de Conservación de este símbolo nacional.

A unas cuantas cuadras de allí, en el Club Unión se ubica Patria, pintura mural de 5,20 x 2,10 m de 1989. En esta pieza de gran formato, Fernández hizo una descripción de la nación: en el centro, una mujer vestida con los colores de la bandera representa a Costa Rica, la cual protege a otras cuatro figuras femeninas que muestran nuestra libertad, riqueza natural, la música y la educación.

Patria se encuentra en el comedor del Club Unión y está en buen estado. Mauricio Montes de Oca, gerente del lugar, detalló que siguen todas las recomendaciones que les dio el artista, cuidan la temperatura de las luces, no se coloca el bufé debajo de la pintura ni se flambea cerca. La obra es un orgullo para el Club Unión, tanto que venden unas reproducciones pequeñas de Patria.

Si bien es cierto solo los socios la pueden apreciar, Montes de Oca aseguró que grupos organizados que la quieran ver pueden solicitar un permiso especial; además, están analizando hacer visitas guiadas al Club Unión, que incluya una estación frente a este Rafa Fernández (información al teléfono 22571555).

Colecciones estatales y una galería

Debido al prestigio del pintor, no faltan sus pinturas en tres de las grandes colecciones estatales del país: el Museo de Arte Costarricense (siete pinturas), los Museos del Banco Central de Costa Rica (ocho óleos) y la Caja Costarricense de Seguro Social (el mural de la Marcial Fallas y dos óleos).

Actualmente, ninguno de los dos museos tiene obras de Rafa Fernández en sus exposiciones. Sin embargo, sí tienen pinturas muy significativas.

Por ejemplo, el Museo de Arte Costarricense (MAC) tiene en su acopio los óleos Presagios de guerra (1966) y Sociedad de consumo (1980).

“(...) No solo ejemplifican un cambio estilístico dentro de la producción general de este artista, sino que también reflejan circunstancias político- económicas de los momentos históricos dentro de los cuales se crearon”, explicó Byron González Aguilar, curador de Colecciones del MAC. De las siete creaciones de Fernández que son del MAC, tres deben ser sometidas a restauración; no obstante, debido a los recortes anunciados para el presupuesto del 2019, las piezas no serán intervenidas en el corto plazo.

Aunque no están en una exposición, las obras de Fernández en los Museos del Banco Central están ubicadas en diferentes oficinas del Banco Central de Costa Rica (BCCR) y las superintendencias.

“Don Rafa es uno de los más importantes exponentes de la pintura costarricense de la segunda mitad del siglo XX. Las obras de su autoría que forman parte de la colección del BCCR son representativas de su dominio técnico y de su singular trabajo como colorista. Entre ellas, Escalinata es, particularmente, una obra especial. Esta pieza representa la etapa previa a sus icónicas figuras femeninas, cuando el artista se distancia de su expresionismo inicial y ensaya la creación de entornos cargados de magia”, manifestó María José Monge, curadora de estos museos.

La Galería Nacional, del Centro Costarricense de Ciencia y Cultura (Museo de los Niños), tiene dos obras que el pintor hizo en esta década. De hecho, Fernández expuso aún el año pasado en ese espacio.

Las mujeres, la magia, los toros, las aves, las críticas sociales..., todos son parte del rico legado de un pintor que sigue cercano en nuestra memoria.