“Dolor, deja a ese niño en paz. ¿Por qué no te metes con uno de tu tamaño?”, dice un poema de Jairo Aníbal Niño, poeta colombiano dedicado a la literatura infantil y quien supo escribir en unas cuantas palabras una defensa a favor de los más débiles, blanco en este momento de las mayores injusticias sociales, a pesar del “éxito económico” pregonado por el gobierno.
Otro texto apropiado para las circunstancias en Costa Rica comienza con las palabras “Primero vinieron”. Fue escrito por Martin Niemöller, pastor luterano de Alemania, simpatizante de las ideas nazis que luego se volvió crítico de Hitler y estuvo en campos de concentración. Citaré la versión publicada en la Enciclopedia del Holocausto porque hay varias de puño y letra de Niemöller:
“Primero vinieron por los socialistas, y guardé silencio porque no era socialista. Luego vinieron por los sindicalistas, y no hablé porque no era sindicalista. Luego vinieron por los judíos, y no dije nada porque no era judío. Luego vinieron por mí, y para entonces ya no quedaba nadie que hablara en mi nombre”.
El gobierno vino primero contra la prensa (cierre de Parque Viva, falso megacaso fiscal contra Leonel Baruch, dueño de CRHoy, Vilma Ibarra), luego contra organizaciones (Cinde, Fundación Omar Dengo), instituciones (Contraloría, TSE, Poder Judicial, incluso el INEC), empresas (Riteve), personas (p. ej. Vanessa Castro).
En todos los casos citados, el origen del resentimiento es muy conocido, pero ¿por qué contra los pobres?
Según un estudio del Instituto de Investigaciones en Ciencias Económicas (IICE) de la Universidad de Costa Rica (UCR), eliminar las becas de estudiantes de colegio tiene un enorme efecto en la deserción. Por cada 100 becas menos, alrededor de 15 jóvenes dejarían las aulas.
“De hecho, hay estudios que también evidencian una asociación importante entre recibir Avancemos en secundaria y la reducción en el trabajo infantil”, escribió el Dr. Juan Robalino Herrera, director del IICE-UCR, en el artículo “Los recortes en los subsidios sociales amenazan el bienestar de los sectores más vulnerables”, publicado el 15 de junio del 2023 en el sitio de la UCR.
No conformes con venir contra la prensa, contra las instituciones, contra personas como Vanessa Castro, ahora van contra la población dependiente de recursos estatales para seguir estudiando, impuestos que el ministro de Hacienda está acumulando quién sabe con qué fines.
Por ejemplo, aparte de la reducción de las transferencias para ayudas sociales al Fondo de Desarrollo Social y Asignaciones Familiares (Fodesaf), la Junta Directiva del Banco Hipotecario de la Vivienda (Banhvi) reclamó al Ministerio de Hacienda por no girar los ¢10.000 millones adicionales que la Asamblea Legislativa incluyó en el presupuesto nacional del 2023 para el Fondo de Subsidios para la Vivienda (Fosuvi) y expertos policiales denuncian la baja asignación presupuestaria, pese a que el impuesto sobre las personas jurídicas debe ser invertido, en su totalidad, en fortalecer la seguridad ciudadana.
Tal vez esta sea materia para el psicoanálisis, no para los politólogos.
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La autora es editora de Opinión de La Nación.