La dificultad para encontrar una persona románticamente afín –ya ni se diga el amor de la vida– parece ser una realidad demoledora para miles de hombres y mujeres en el mundo, lo cual no deja de ser una ironía suprema en pleno apogeo de las comunicaciones, cuando un simple clic nos comunica en segundos aunque estemos en extremos opuestos del planeta.
Aún así, la soledad parece campear y sumir a muchos en la desesperación al ver que pasan los años sin que aparezca esa media naranja que supuestamente todos tenemos “presupuestada” en alguna parte del orbe.
En 1997 el psicólogo Arthur Aron, experto en relaciones personales de la Universidad de Nueva York, publicó una hipótesis basada en un singular experimento al que se ha dado en llamar “la ciencia del flechazo”.
En síntesis, Aron plantea que a menudo las personas incurren en errores basados en el “cómo”: cómo interactuar, cómo ser transparentes sin mostrar un interés tóxicamente desbordado, cómo interpretar las señales del sexo opuesto –que en todo caso, a menudo son malentendidas, ya recordarán aquel tema de que los hombres son de Venus y las mujeres, de Marte–. En fin, cómo dejar que el gusto y el amor por la otra persona vayan fluyendo sin tanto ruido en el intento.
En aquel momento, Aron puso en práctica su experimento con varios hombres y mujeres que no se conocían entre sí, dejó que conformaran parejas e hizo que se sentaran frente a frente a solas, en un laboratorio. Acto seguido, debían plantearse las 36 preguntas que, conforme avanza el cuestionario, se van poniendo cada vez más personales. El ejercicio culmina con un lapso cronometrado de cuatro minutos en el que ambos deben verse fijamente a los ojos, sin pronunciar palabra.
Dos de aquellas parejas, efectivamente, se enamoraron y terminaron en el altar.
El caso es que el cuestionario –que ha generado tanto simpatías como detractores desde que se dio a conocer– se volvió a poner en la palestra en las últimas semanas por cuenta de la escritora Mandy Len Catron, quien decidió colocarse de conejilla de indias y publicó el resultado en la afamada columna Modern Love , de The New York Times con un vehemente título: “To fall in love with anyone, do this” (Para enamorarse de alguien, haga esto).
Las réplicas no se hicieron esperar y solo en Estados Unidos el artículo obtuvo en pocos días más de 5 millones de lectores. Además, fue todo un boom en redes sociales ( fue compartido 365.000 veces en Facebook y más de 14.000 en Twitter en una semana).
La autora, quien es profesora de literatura en la Universidad de Columbia, cuenta que decidió realizar el experimento con un compañero con el que coqueteaba sutilmente.
Eso sí, cambió algunas reglas, pues no se encontraron en un laboratorio, si no en un bar. Nada como leer el desarrollo y desenlace de los hechos del puño y letra de la autora, pero se impone recopilar algunas de sus reflexiones finales.
“Es cierto que no se puede escoger quién lo ama a uno (…) Pero a pesar de todo esto, he comenzado a pensar que el amor es más flexible de lo que creemos (...)
“Probablemente se están preguntando si él y yo nos enamoramos. Bien, lo hicimos”, aseguró por Mandy, quien agregó que tras ese primer encuentro, le siguieron semanas en las que profundizaron el vínculo. “El amor no nos ocurrió. Estamos enamorados porque tomamos la decisión de estarlo”, fue la frase final que enganchó a miles.
Antes de continuar con las famosas 36 preguntas, es oportuno aclarar que el trabajo de Aron se basó en la máxima de que la creación de intimidad entre dos personas es el factor más importante para que surja una relación entre ellas.
Las famosas preguntas se dividen en tres bloques diferentes que van aumentando en intensidad emocional, lo que provoca que también crezca la vulnerabilidad emocional de los implicados, su comprensión de la otra persona y de uno mismo.
Set I
1. Si pudiera elegir a cualquier persona en el mundo... ¿A quién invitaría a cenar?
2. ¿Le gustaría ser famoso? ¿De qué forma?
3. Antes de hacer una llamada de teléfono, ¿ensaya lo que va a decir? ¿Por qué?
4. Para usted, ¿cómo sería un día perfecto?
5. ¿Cuándo fue la última vez que cantó para usted mismo? ¿Y para alguien más?
6. Si pudiera vivir hasta los 90 años y tener o el cuerpo de alguien de 30 años o la mente de alguien de 30 años durante los últimos 60 años de vida, ¿cuál de los dos elegiría?
7. ¿Tiene una corazonada sobre cómo va a morir?
8. Diga tres cosas que crea que tiene en común con su interlocutor.
9. ¿Por qué aspecto de su vida se siente más agradecido?
10. Si pudiera cambiar algo de la forma en la que lo educaron, ¿qué sería?
11. Cuente la historia de su vida con todo el detalle posible en cuatro minutos a su interlocutor.
12. Si mañana se pudiera levantar disfrutando de una habilidad nueva, ¿cuál sería?
Set II
13. Si una bola de cristal le pudiera decir la verdad sobre usted mismo, su vida, su futuro, o cualquier otra cosa ¿qué es lo que le preguntaría?
14. ¿Hay algo que haya deseado hacer desde hace mucho tiempo? ¿Por qué no lo ha hecho ya?
15. ¿Cuál es el mayor logro que ha conseguido en su vida?
16. ¿Qué es lo que más valora en la amistad?
17. ¿Cuál es su recuerdo más valioso?
18. ¿Cuál es su recuerdo más doloroso?
19. Si supiera que en un año va a morir de manera repentina, ¿de qué forma cambiaría la vida que lleva ahora? ¿Por qué?
20. ¿Qué significa la amistad para usted?
21. ¿Qué importancia tiene el amor y el afecto en su vida?
22. Comparta alguna característica que considere positiva de su interlocutor. Háganlo cinco veces cada uno.
23. ¿Cuán cercana y cariñosa es su familia? ¿Cree que su infancia fue más feliz que la de los demás?
24. ¿Cómo se siente respecto a la relación que lo une a su madre?
Set III
25. Haga cuatro frases verdaderas con la palabra "nosotros". Por ejemplo, "Nosotros dos estamos en esta habitación sintiendo...".
26. Complete esta frase: "Ojalá tuviera alguien con quien compartir...".
27. Si se va a convertir en un amigo cercano a su interlocutor, por favor, comparta con él o con ella qué sería importante que supiera.
28. Digale a su interlocutor qué es lo que más lo/la ha gustado de él o ella. Sea muy honesto, no diga las típicas cosas que le diría a alguien a quien acaba de conocer.
29. Comparta con su interlocutor un momento que le causara gran vergüenza.
30. ¿Cuándo fue la última vez que lloró delante de alguien? ¿Y usted solo?
31. Cuéntele a tu interlocutor algo que le guste de ustedes dos.
32. ¿Hay algo que le parezca demasiado serio de lo que reírse o hacer bromas?
33. Si fuera a morir esta tarde sin posibilidad de decírselo a nadie, ¿qué se arrepentiría de no haber dicho en vida a alguien en concreto? ¿Por qué no se lo ha dicho hasta ahora?
34. Su casa se incendia. Después de salvar a sus seres queridos y a sus mascotas, tiene tiempo de salvar un solo objeto. ¿Cuál salvaría? ¿Por qué?
35. De todas las personas que forman su familia, ¿qué muerte le parecería más dolorosa? ¿Por qué?
36. Comparta un problema personal y pídale a su interlocutor que te cuente cómo habría actuado él o ella para solucionar esa situación. También, pregúntale cómo cree que te sientes respecto al problema que has contado.