Tocar madera no mejorará necesariamente su suerte pero, por lo menos, mejorará su percepción sobre la suerte que tiene.
Es el resultado de un estudio hecho en la Universidad de Chicago con cinco experimentos que demostraron que “este tipo de rituales reducen la probabilidad percibida de que ocurran eventos negativos”.
Aunque existen diversos rituales para alejar la mala suerte ---los cuales, a su vez, varían de cultura a cultura---, los investigadores encontraron que unos son más “efectivos” que otros.
“Las acciones que implican ejercer fuerza lejos de uno mismo son especialmente eficaces para reducir la percepción de consecuencias negativas esperadas a futuro”, dijo Jane Risen, una de las investigadoras, en el sitio de la universidad.
Esto porque la evasión crea un sentido de que la mala suerte se alejó, explica.
Así, por ejemplo, tocar madera o botar sal generan más optimismo que otros más pasivos, como cruzar los dedos o, en el caso del experimento, tirar una bola.