Si las personas tuvieran la posibilidad de conocer su futuro, la mayoría preferiría no tener detalles al respecto.
Un estudio realizado por el instituto alemán Max Planck con 2.000 adultos de España y Alemania indicó que el 87% de los participantes preferiría no saber acerca de eventos negativos que le sucederán, mientras que un 55% ni siquiera deseaba conocer sobre los positivos.
Solo un 1% de los encuestados dijo que querría tener todos los detalles de lo que le ocurriría en un futuro.
En esto de las visiones, el estudio determinó que el tiempo parece ser un factor clave. Por ejemplo, si el evento estaba cercano a pasar, el interés por conocer qué podría suceder, se perdía. Por el contrario, si el hecho estaba distante a ocurrir, el interés aumentaba.
Lo que se notó en la investigación es que las personas tenían menos curiosidad por saber lo que pasará este año, pero sí sentían cierto deseo de saber qué sucederá en 15 años.
Lo mismo pasaba con la edad de los participantes, los adultos mayores eran menos proclives a querer saber si su pareja moriría antes que ellos y dentro cuánto tiempo, en comparación con los jóvenes.
¿Cómo lo hicieron? Para llegar a estas conclusiones, los investigadores les preguntaron a todos los participantes por diferentes tipos de eventos, tanto buenos como malos y les consultaron si les gustaría saber lo que sucederá.
Dentro de esos eventos estaba el resultado de la final de la Copa Mundial de Fútbol, los regalos que recibirían en Navidad, si su matrimonio terminaría o no en divorcio, su fecha de muerte, si ellos o un familiar tendrían una enfermedad grave, si los despedirán de un trabajo o el nacimiento de hijos.
El único ítem que la mayoría de gente dijo que sí querría saber de antemano fue el sexo de su futuro hijo durante el embarazo (algo que ya puede hacerse normalmente), solo el 37% de las personas dijo que no quería saberlo y prefería la sorpresa en el momento del nacimiento.
Esta preferencia de desconocer el futuro se mantuvo constante independientemente del sexo, edad y estilo de vida de la persona.
"Antes de comenzar el estudio pensábamos que la gente sí tiene curiosidad por saber qué pasará en el futuro, es algo normal, pero resultó lo contrario. Muchas personas nos dijeron que, de tener la oportunidad de saberlo, la rechazarían; insisten en que lo impredecible del futuro es lo que le da sentido a la vida", comentó, en un comunicado de prensa, Gerd Gigerenzer, coordinador de la investigación.