Un año en el cual los logros como una posible vacuna contra el ébola, que el continente americano esté libre de rubéola y que las vacunas salvaran a 17 millones de personas se combinó con epidemias de diarrea y gripe en África, un aumento en los casos de demencia y en las enfermedades crónicas, como infartos y derrames cerebrales.
Este es el balance que realiza la Organización Mundial de la Salud (OMS) de este 2015. Así lo destaca en un resumen publicado e n su sitio de Internet .
“Ha sido un año con mucho para celebrar, pero también muchos retos que nos hacen reflexionar y nos trazan líneas de acción”, manifestó, en un comunicado de prensa, Margaret Chan, directora de la OMS.
El principal logro destacado es la vacuna experimental contra el ébola, un paso para obtener la inyección definitiva para aplacar una enfermedad que ha causado miles de muertos, especialmente en África y Asia.
Esta vacuna también fue destacada como uno de los grandes hitos científicos de 2015 en los respectivos sumarios de las revistas especializadas Nature y Science .
“Un ensayo llevado a cabo en Nueva Guinea señala que la vacuna es eficaz. Nuestro equipo de expertos indica que es necesario continuar su estudio; es un gran hecho sin duda”, cita el reporte.
Pendientes. Pese a todos los logros, la lucha contra las enfermedades cardiovasculares como infartos, derrames cerebrales, diabetes e hipertensión es cada vez mayor. Lo más preocupante del caso es que estas enfermedades se previenen con una alimentación alta en frutas y verduras y baja en azúcares y grasas, además, con actividad física.
“Cada año, alrededor de 38 millones de personas mueren de estas enfermedades, 16 millones de ellas tienen muertes prematuras, antes de los 70 años. Estas muertes no deberían ocurrir hasta después de esa edad”, destaca el documento de la OMS.
Otros retos que señala el informe es volver a los servicios de salud más amigables para los adolescentes, los embates del cambio climático, el aumento de personas con alzhéimer y demencias y el tener cada vez más población adulta mayor con una tasa de natalidad cada vez más baja, lo cual representa un riesgo en términos de cuido, respuesta en los hospitales y en la situación financiera de los distintos países.
El estudio concluye que en 2016 también se deben acrecentar las luchas para evitar muertes por enfermedades prevenibles en los países más pobres del planeta.