Los niños en edad preescolar tienen peor salud si su vida familiar está marcada por el desorden, el ruido y la falta de rutina y si tienen una madre que tiene una vida de trabajo caótica.
Así lo sugiere una investigación de la Universidad del Estado de Ohio que destaca la importancia del orden y la rutina para que los niños en edad preescolar se mantengan saludables y desarrollen al máximo su potencial.
"Los niños necesitan tener orden en sus vidas. Cuando la vida es caótica e impredecible, empeora su salud”, dijo la autora principal del estudio, Claire Kamp Dush, en el sitio de la universidad.
Ella y su equipo de investigadores entrevistaron a 3.288 mujeres cuando sus hijos tenían tres años y otra vez, cuando tenía 5cino años. La mayoría no estaban casadas y tenían pocos ingresos.
Para determinar el nivel de caos en el hogar, vieron variables como hacinamiento (más de una persona por habitación), ruido de televisión de fondo (TV encendido por más de cinco horas al día), falta de horario regular para el niño y suciedad.
El estudio también evaluó cuán caótica era la vida laboral de la madre: cuánto estrés era causado por el horario de trabajo, cuánta dificultad había para atender las necesidades de la familia y cuánto cambio tenía su programa de trabajo.
Adicionalmente, se evaluó la salud del menor.
Los resultados mostraron que los mayores niveles de caos cuando el niño tenía tres años se vincularon con las calificaciones más bajas de la salud cuando tenía cinco años, incluso, después de tener en cuenta la salud inicial y otros factores que pueden haber tenido un impacto.
Además, los investigadores también fueron capaces de utilizar una técnica estadística para determinar si la causalidad era inversa (si una deficiente salud infantil había conducido a más caos familiar). Sin embargo, según Kamp Dush, no lo era.
En su opinión, el estrés producido por el caos fue lo que empeoró la salud de los menores evaluados.
“Las mujeres con horarios de trabajo inflexibles pueden no ser capaces de llevar a sus hijos al médico cuando es necesario; y una casa sucia puede aumentar la exposición a las toxinas y gérmenes”, sostuvo.
"No estamos culpando a las víctimas”, enfatizó. "Estas madres no pueden evitar que sus trabajos no les den la flexibilidad que necesitan para atender a los niños enfermos”, por ejemplo, o no tener los recursos necesarios para contratar ayuda adicional que les permita reducir el caos y mejorar el aseo del hogar.
Sin embargo, opina, son circunstancias a tomar en consideración.