Diego Arguedas O.
Un grupo de estudiantes de Ingeniería del Instituto Tecnológico de Massachusetts (MIT, por sus siglas en inglés) logró diseñar una pulsera que regula la temperatura del cuerpo.
Los impulsores se valieron del principio de que aplicar una toalla caliente o una venda con hielo ayuda a mantener el confort térmico. Así, el contacto de esta pulsera con la piel crea un efecto similar.
Cuatro estudiantes del MIT desarrollaron un brazalete termoeléctrico que monitorea la temperatura del aire y la piel y envía impulsos “personalizados” de ondas frías o calientes hacia la muñeca, para mantener el confort térmico.
Este invento, llamado Wristify, significó que el grupo de cuatro estudiantes de Ingeniería se llevó a casa $10.000, correspondientes al primer lugar del MADMEC, certamen anual que hace el MIT de diseño científico.
El brazalete es similar en tamaño a un reloj de pulsera y trabaja con una pequeña batería de litio que puede correr por ocho horas.
El diseño no se queda en un gadget para yuppies acalorados; la propuesta de los creadores es ofrecer una alternativa a los costosos sistemas de enfriamiento de edificios.
Sin embargo, la idea no es bajarle la temperatura a toda la estructura con una máquina similar pero más grande: la propuesta es que cada quien tenga su pulsera y enfocarse en el individuo y no en todo el edificio.
“Actualmente, los edificios usan una increíble cantidad de energía solamente en calentamiento y enfriamiento. Esto supone el 16,5% del consumo de energía de fuentes primarias. Queremos reducir ese número y al mismo tiempo mantener el confort individual”, apuntó Sam Shames, uno de los creadores.
Si el invento logra que los edificos reduzcan en al menos un grado Celsius los ajustes de temperatura por hacer, los estudiantes calculan que se podría ahorrar hasta 100 kilovatios hora (kWh) cada mes.
Este es el sétimo año que la universidad realiza este concurso, cuyo principal objetivo es que los alumnos se animen a diseñar prototipos. Por ejemplo, Wristify es actualmente funcional.
Cada equipo recibió $1.000 para diseñar su prototipo y, tras casi 15 versiones, el grupo ganador logró encontrar uno que se adaptó a sus necesidades. Ahora usarán el dinero del premio para desarrollar su diseño.