Moscú. EFE. Una nave de carga rusa que se desvió de su órbita tras ser lanzada hace una semana con destino a la Estación Espacial Internacional (EEI), caerá hoy viernes sobre la Tierra.
Así lo confirmó ayer la agencia espacial rusa Roscosmos en su página en Internet.
Según los especialistas, la Progress M-27M “arderá completamente en las capas densas de la atmósfera de la Tierra y solo algunos fragmentos pequeños podrán alcanzar la superficie de nuestro planeta”.
No hay riesgos. De esta forma, Roscosmos salió al paso de las especulaciones alarmistas que aseguran que, entre 700 kilogramos y tres toneladas de fragmentos de la nave, se precipitarán contra la Tierra.
En cuanto al lugar de la caída, la agencia espacial rusa adelantó que lo precisará en las próximas horas, aunque los expertos pronostican que esa zona será en el océano.
Al cierre de edición, esa información aún no había sido divulgada oficialmente.
Por su parte, el Mando Norteamericano de Defensa Aeroespacial (NORAD, por sus siglas en inglés), prevé que la nave rusa caiga en aguas del océano Pacífico, cerca de las costas estadounidenses.
Los vehículos espaciales Progress se emplean desde hace 35 años y son considerados uno de los grandes orgullos de la industria aeroespacial rusa, con un historial “prácticamente inmaculado”.
Hasta ahora, solo se registraba un accidente, en agosto del 2011, provocado por una falla del cohete portador.
El Centro de Control de Vuelos Espaciales de Rusia perdió el mando de esta nave después de su lanzamiento desde Kazajistán.
Esta quedó en una órbita errónea y dejó de enviar datos a la Tierra, debido a que no se desplegaron todas sus antenas.