El carguero ruso Progress M-25M se acopló ayer con éxito a la Estación Espacial Internacional (ISS, por sus siglas en inglés), con lo que se garantizó el suministro para sus seis tripulantes luego de la explosión del cohete Antares.
La nave Progress viajaba en el cohete Soyuz-2.1a, el cual fue lanzado desde el cosmódromo de Baikonur, ubicado en Kazajistán, al ser la 1:10 a. m. del miércoles.
Tan solo unas horas antes, a las 4:24 p. m. del martes, el cohete Antares explotó tras su despegue en la base de la agencia espacial estadounidense (NASA), ubicada en isla Wallops, en Virginia (EE. UU.).
Antares transportaba la cápsula Cygnus, con 2,3 toneladas de provisiones, entre víveres, equipo y materiales para experimentos.
Por su parte, Progress M-25M fue enviada con 2,5 toneladas de provisiones, entre combustible, alimentos, agua y aire, así como equipo científico y otros materiales.
“Si nos llega una petición para reabastecer de urgencia a la ISS, responderemos a esa demanda”, declaró Alexei Krasnov de la agencia espacial rusa.
La explosión de Antares es el primer accidente ocurrido desde que la NASA contrató dos empresas privadas para abastecer a la ISS. Aun así, la agencia espacial mantiene su confianza en Orbital Sciences Corporation y SpaceX.
“Lo ocurrido no nos desalentará en nuestros esfuerzos por ampliar nuestra ya exitosa capacidad para enviar cargamento desde suelo estadounidense a la ISS”, manifestó William Gerstenmaier, del Directorio de Operaciones y Exploración Humana de la NASA.
La empresa Orbital Sciences Corporation –dueña de los cohetes Antares y las cápsulas Cygnus– aseguró que está recabando la información necesaria para dar con la causa de la explosión.
Cálculos preliminares señalan pérdidas por $200 millones debido al fallido despegue de Antares.