San José (Redacción). El Sistema Nacional de Áreas de Conservación (Sinac) iniciará en abril los trabajos de restauración del Monumento Nacional Guayabo, ubicado en Turrialba, pues este sitio arqueológico se encuentra severamente amenazado por agentes ambientales y biológicos.
En Guayabo se levanta un conjunto de construcciones precolombinas como calzadas montículos, acueductos y tumbas que fueron edificados entre 900 y 1.100 d. C,según investigaciones recientes de la Universidad de Costa Rica.
Sin embargo, el paso del tiempo, las condiciones ambientales y los efectos de varios agentes biológicos han puesto en riesgo su integridad.
Entre esas amenazas destacan las abundante precipitación anual la cual produce anegamiento en algunas áreas, la proliferación de líquenes y musgos que daña las piedras y los hormigueros profundos que desestabilizan las estructuras.
“El Monumento Nacional Guayabo no ha sido objeto de intervención desde hace más de 15 años, por lo que el presente proyecto de restauración reviste de especial importancia”, el director Ejecutivo del Sinac Rafael Gutiérrez en un comunicado de prensa.
El proyecto será desarrollado por el Sinac, pues Guayabo está designado como área silvestre protegida, sin embargo, todo el proceso será supervisado por una comisión asesora institucional que integra además a representantes de la Universidad de Costa Rica (UCR), el Instituto Costarricense de Turismo (ICT), el Museo Nacional de Costa Rica y el Consejo Internacional de Monumentos y Sitios (Icomos-Costa Rica).
Según explicó el administrador del Monumento Rolando Vargas, la restauración comprende 157 metros cuadrados de la calzada Caragra, dos montículos y una centro ceremonial conocida como plaza mayor.
Vargas confirmó que la restauración se financiará con ¢120 millones provenientes de un fondo del Sinac.
El sitio fue declarado monumento nacional por la Asamblea Legislativa mediante la Ley Nº 5300 el 13 de agosto de 1973, y en este entonces comprendía una extensión de 65 hectáreas.
En 1980, con el decreto Ejecutivo Nº11148-a, se amplió en 157,9 hectáreas, para un total de 217,9 ha con las que cuenta actualmente. Su declaratoria como monumento nacional tiene como objetivo proteger su riqueza arqueológica y ofrecer oportunidades para actividades educativas, recreativas y científicas.
El Monumento Nacional Guayabo pasó a ser, desde el año 2009, Patrimonio Mundial de la Ingeniería según la Sociedad Americana de Ingeniería Civil (American Society of Civil Engineers ASCE).
Además de su acervo cultural y arquitectónico Guayabo está rodeado de una vasta vegetación característica del bosque pluvial premontano con especies forestales como caragra, magnolia, cantarillo e higuerón cubiertos por gran cantidad de plantas epífitas como las bromelias y las orquídeas.
Entre la fauna se destacan aves como tucán, oropéndola, trogón, carpintero, momoto, piapia, yigüirro y chachalaca y también algunos mamíferos pequeños como armadillo, conejo, coyote, perezoso, tolomuco, ardilla y pizote. Además de una gran variedad de insectos y algunos reptiles típicos de la zona como culebra, rana y lagartija.